Lorca (Murcia).(EFE)- El preso fugado de la prisión de Castellón el pasado 12 de julio y detenido el 17 de agosto en Lorca ha pasado esta mañana a disposición del juzgado de Primera Instancia número 4 de esa ciudad murciana, donde prestará declaración ante su titular, Sergio Romero.
El detenido, A.I.O.L., de 26 años y natural de Marruecos, aunque con residencia en Murcia, llegó en un furgón policial a las 9.50 horas a los juzgados lorquinos desde Murcia, donde se encontraba retenido por la Guardia Civil, escoltado por cinco agentes y esposado.
Al entrar a las dependencias judiciales y ante la aglomeración de medios de comunicación que le esperaban a las puertas del edificio, el detenido se tapó la cara con la camiseta verde que vestía para impedir que los fotógrafos captaran su rostro.
Así mismo, media hora antes de la llegada de A.I.O.L., dos agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Murcia introducían en los juzgados unas bolsas con varios de los objetos requisados al detenido durante su arresto, entre ellos una escopeta.
Según han informado fuentes próximas a la investigación, debido a la complejidad de la causa, los numerosos informes que hay que revisar y las comunicaciones que hay que realizar con otros juzgados por otras causas abiertas contra el detenido, se espera que la declaración ante el juez de A.I.O.L. se prolongue durante toda la jornada.
El pasado 12 de julio, el ahora detenido y otro recluso se subieron al techo de la cárcel castellonense y saltaron a la calle, donde huyeron a toda prisa mientras sonaba la alarma y sin que los funcionarios de la prisión pudiesen hacer nada por retenerles.
A.I.O.L. cumplía prisión preventiva en esa cárcel desde 2008, después de ser remitido a ella desde la de Murcia, donde había ingresado en 2005.
Está acusado de los delitos de quebrantamiento de condena, tráfico ilícito de armas, robo con intimidación y con fuerza en las cosas, falsedad documental, daños y sustracción de vehículo.
En el momento de su detención, le fueron intervenidas una pistola Astra calibre 9 milímetros, una escopeta recortada y modificada del calibre 12, y munición para ambas armas, así como diversas herramientas, como patas de cabra, mazas, guantes y pasamontañas utilizados para cometer robos, junto a 2.000 euros en efectivo.
La alta especialización y las medidas de seguridad que adoptaba en sus desplazamientos complicó la labor de búsqueda y detención, aunque el dispositivo de la Guardia Civil permitió finalmente su arresto en Lorca, donde se desplazó desde Almería en un coche robado y con matrícula falsa. EFE