Lorca, 27 jun (EFE).- El ex alcalde de Lorca, Miguel Navarro, del PSOE, imputado en la presunta trama de corrupción investigada en la empresa municipal de limpieza Limusa, tuvo que responder anoche el juez sobre una serie comidas sin justificar, valoradas en algo menos de 3.500 euros, que pudo realizar durante su último mandato como regidor.
Fuentes próximas a la investigación del caso revelaron hoy a EFE que parte de su declaración ante el magistrado Sergio Romero tuvo que ver con el descuadre en las cuentas municipales derivado de esa serie de almuerzos en distintos restaurantes de Lorca y de Águilas entre los años 2003 y 2006, lo últimos en los que fue alcalde de la ciudad.
Se trata de unas 40 facturas emitidas por restaurantes de Lorca y de Águilas de cuyo carácter y validez oficial duda el magistrado, ya que parte de ellas se produjeron en domingos, días festivos y durante el mes de agosto.
Navarro, que fue puesto en libertad sin fianza pero con cargos por su presunta relación con la trama Limusa, está imputado en el caso por un presunto delito de malversación y tendrá que comparecer ante el juez de forma mensual mientras se mantenga esta situación procesal.
El juez instructor mantiene decretado el secreto de sumario sobre el caso, por el que, desde marzo, han sido detenidas ocho personas, siete de las cuales, entre ellas Navarro, han sido puestas en libertad con cargos tras su arresto.
Solo el primer detenido, el ex director de Limusa, Francisco Gil, permanece ingresado desde el 6 de marzo en prisión provisional en la cárcel de Sangonera acusado de los presuntos delitos de malversación y contra la Hacienda Pública.
Gil era, además de director de esta firma, administrador único de la empresa de promoción inmobiliaria Cabo Cope Naturaleza S.L., de la que son accionistas el notario, el abogado y el corredor de seguros detenidos en el marco de la investigación y uno de los dos ex concejales del PSOE que también fueron arrestados. EFE