Lorca, 24 feb (EFE).- Los propietarios de 100 hectáreas de terreno en la pedanía de Purias, que fue incluidos sin su consentimiento hace cuatro años en el convenio urbanístico Turbinto-Velillas para la construcción de un residencial, se mostraron hoy satisfechos tras la decisión del pleno municipal de excluirlos del mismo.

Domingo Baenas y Ginés Alcaraz, dos de los 23 propietarios afectados, comparecieron hoy ante los periodistas para pedir a las administraciones que cuando vayan a realizar planeamientos o actuaciones urbanísticas "tengan en cuenta las opiniones de todos los propietarios afectados, sin excepción de ninguno, por muy pequeñas que sean sus propiedades".

Baenas explicó que "en algunos de estos mal llamados convenios urbanísticos se están vulnerando dos derechos fundamentales de las personas" y citó el artículo 33 de la Constitución Española y el artículo 17 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en los que se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia.

Los portavoces de la asociación de afectados por el convenio urbanístico recordaron que éste fue suscrito entre el ayuntamiento y la empresa promotora en 2005 y que los vecinos se enteraron un año después y "por casualidad" de la inclusión de sus terrenos en la operación urbanística, de la que nadie les había informado.

Señalaron que sus tierras en encuentran en la intersección de dos bolsas de suelo de 50 hectáreas cada una que forman parte del convenio y relataron que las propiedades de los afectados suman otras 100 hectáreas, entre las que se encuentran las únicas tierras de regadío tradicional de la zona.

El concejal de Urbanismo, Francisco García, que también estuvo presente en la comparecencia, explicó que el acuerdo plenario fue adoptado por unanimidad, en cumplimiento de una moción presentada por IU en julio de 2008.

Indicó que sienta un precedente ante actuaciones municipales en casos similares, ya que una situación parecida se da en la pedanía de Avilés donde dos hermanos poseen dos hectáreas de terreno en el centro de una superficie mayor que también fue objeto de un convenio urbanístico en el que fueron incluidos sin consulta previa. EFE