Lorca, 20 feb (EFE).- La oficina nacional del Defensor del Paciente ha remitido un escrito a la consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios, en la que le pide que atienda las quejas de la asociación de vecinos Zona Centro de Lorca, que esta semana denunció deficiencias en el centro de salud Lorca Centro.
La presidenta de la oficina del Defensor del Paciente, Carmen Flores, expone en la carta a Palacios que los vecinos de Lorca "se han visto obligados a denunciar públicamente" las "graves deficiencias asistenciales que están padeciendo".
Añade que "es lamentable que los vecinos tengan que llegar a situaciones extremas para que se les de lo que en derecho les asiste, una sanidad digna y eficaz que en la actualidad deja mucho que desear".
Por este motivo demanda a Palacios que "escuche y acceda a las reivindicaciones que con toda la razón hacen estos ciudadanos".
Portavoces de esta asociación de vecinos explicaron el pasado 18 de febrero en una rueda de prensa que por este centro pasan 3.000 pacientes a diario y pidieron, por su estado estructural y de servicios, el traslado urgente del mismo al antiguo hospital Santa Rosa de Lima, asi como la construcción de un nuevo consultorio tras la demolición del actual.
El presidente de la asociación Zona Centro, Manuel Andujar, explicó entonces que desde 2003 su colectivo está presentando quejas al ayuntamiento con el listado de las deficiencias del centro, que presta asistencia a unos 38.000 usuarios potenciales.
Andujar recordó que Lorca Centro comenzó a funcionar como centro de salud en 1986 cuando el edificio de una antigua clínica privada fue adquirido por la sanidad pública y explicó que el inmueble "que es muy antiguo tiene problemas estructurales".
Enumeró, entre otras deficiencias denunciadas por los usuarios del centro, que el edificio incumple "las más elementales normas de seguridad e higiene en el trabajo, las de seguridad de usuarios y pacientes y la normativa de seguridad ante riesgo de siniestros graves".
Dijo también que hay deficiencias en los accesos al recinto, como la imposibilidad de llegar en vehículo hasta la puerta, y en el acceso al edificio como ausencia de rampas para sillas de ruedas.
Denunció también que el ascensor que llega hasta la segunda planta no funciona y que el sistema de evacuación es deficiente puesto que todas las ventanas tienen rejas.
Asimismo se hizo eco de las quejas de los usuarios sobre el poco espacio de las salas de espera, sobre el "caos" que se origina a diario a en las salas de extracción de sangre también por la falta de espacio o el "uso indebido" que se da a la planta sótano que antes era empleada como almacén y en la que ahora se realizan cursos. EFE
