Hasta 20 vecinos de varios municipios de Murcia que celebraron la Nochevieja en una casa de campo de Librilla se quedaron sin sus campanadas de Nochevieja.
Con toda la ilusión de fin de año recorrieron 1,6 km hasta la plaza del ayuntamiento de la localidad, y se llevaron la desilusión al ver que el reloj estaba parado en las 4:08.
A las 24:00 pusieron toda su esperanza en la Parroquia de San Bartolomé…pero el silencio solo fue roto por la alegría de poder estar juntos.
Ruegan al alcalde Tomas Baño Otalora que arregle el reloj de la plaza del ayuntamiento y que el próximo año suenen las campanas porque “amenazan” con acudir con más vecinos.