La tercera Gala Flamenca del Festival Internacional del Cante de las Minas no ha defraudado. Diego El Cigala ha escenificado su lado más puro y auténtico en un recital de dos horas en el que ha hecho un repaso por los cantes mineros y otros palos tradicionales del flamenco, en lo que ha supuesto un repertorio clásico muy variado.
Así, Cigala en estado puro ha estado acompañado por las guitarras de Diego y Pepe el Morao, y de Juan Grande, Ané Carrasco y Tarotito a las palmas. Precisamente la noche comenzaba con un solo de guitarra del Morao, hasta que salía al escenario el Cigala arrancándose por un martinete a capella. Seguidamente, conectaba con el público cantando por tarantos, por Sevillanas, Malagueñas y abandolaos, alegrías, fandangos, soleares con fragmento del Romance del Amargo de Camarón de la Isla, para seguir por Tangos y por Bulerías. Temas de discos anteriores también han estado presentes en su repertorio: "Nostalgias" (del disco Cigala&Tango), y acababa su recital con Compromiso y Corazón loco (de los discos Dos lágrimas y Lágrimas negras).
El cantaor ha asegurado estar "en un marco incomparable con un festival de solera, arte y cuna. ¡la de años que lleva y la de artistas que han pasado por allí!. Para el Cigala, "La Unión es de los sitios que acojona. Cuando vas allí, vete preparado, muy tranquilo, descansado y reza porque la cachimba suene a gloria bendita. Causa mucho respeto el público de la sierra minera. Sabe cuando hay arte y cuando no. Pero estos son los retos bonitos".
Tras la actuación, y preguntado por el proyecto de internacionalización del Festival unionense ha dicho que "los sonidos de la India y los árabes están dentro del contexto del mundo del flamenco. Sin ir más lejos, me veo con un laud y unos violines moros ¡es divino!.
Al término de la Gala Flamenca se ha celebrado el Trasnoche con la actuación del grupo "Familia Fernández", compuesto por Pedro Fernández al cante, Rosendo Fernández (guitarrista oficial del Festival) a la guitarra y Antonio Fernández a la percusión.