¿Qué ha supuesto para usted ser elegida para pregonar la Semana Santa de Las Torres de Cotillas?
Cuando me comunicaron que iba a ser la pregonera de la Semana Santa de nuestro pueblo este sentí una gran emoción y un gran honor que consideraba que no merecía. A la vez era una enorme responsabilidad que no sabía en ese momento cómo iba a afrontar, pero me hizo tantísima ilusión que acepté gustosamente con todo el cariño del mundo y me siento muy agradecida de que hayan confiado en mí.
¿Qué aspectos le gustaría destacar en su pregón?
El pregón es el acto que anuncia y proclama la semana más grande y hermosa del año litúrgico. Ese día haré mención, si Dios quiere, a sus actos y a cómo yo la he vivido y la vivo con mi familia y cómo se la trasmito a mis hijos.
Además este año se inicia por primera vez aquí en Las Torres la procesión infantil, hecho que considero que va a ser bonito para los niños y es importante que desde su infancia se les inculquen valores sociales, religiosos, culturales y tradicionales.
¿Desde cuándo guarda relación con la Semana Santa y de qué manera?
Desde niña acompañaba a mi madre a los actos litúrgicos de la Semana Santa. Después de joven conocí a mi marido, Ramón, que pertenecía a la Cofradía de la Santa Mujer Verónica y Santísimo Cristo de la Caída y fue entonces cuando su presidente, Joaquín, me incorporó a la misma como cofrade mayordoma. De esto hace ya 22 años y en todos ellos he participado en las procesiones de la Semana Santa, a excepción de dos: uno cuando falleció mi padre y el otro cuando estaba embarazada de mi hija.
¿Cuál es su momento preferido de estas celebraciones?
Hay muchos momentos especiales durante estas celebraciones, como cuando vestimos las imágenes y se arreglan los tronos en la cofradía, o cuando oímos los primeros tambores y te entra por el cuerpo una gran emoción, o cuando con prisas nos vestimos los cuatro en casa, túnicas, capas, cordones, etc… Pero el momento que para mí concentra más sentimientos de devoción y gozo es cuando veo salir de la iglesia los tronos. En ese momento miras a las imágenes y parece que te quieren decir con sus rostros lo que sienten y a mí se me encoge el corazón con una gran emoción.
¿Cómo han cambiado estas Fiestas desde su niñez?
Cuando eres niña vives las cosas de una forma dentro de tu todavía inmadurez e inocencia. Desde que oyes los primeros tambores sales a la calle como todos los niños con esa ilusión de caramelos y fiesta, pero conforme avanzas en edad y adquieres otro tipo de conocimientos y experiencias ves las cosas de otra forma y vives la Semana Santa con más pasión, devoción y fe, sabiendo y valorando cada momento de la semana con lo que representa.
Si tuviera que elegir un día de la Semana Santa, ¿cuál sería?
Todos los días son bonitos y concentran grandes sentimientos, pero el día que para mí tiene un significado especial es Viernes Santo por la mañana, en la procesión del Calvario. Cuando salen los primeros rayos de sol de la mañana primaveral e ilumina las imágenes que los costaleros con cariño cargan en sus hombros, los nazarenos en sus filas se preparan para desfilar por las calles y mostrar a todo el pueblo ese camino del Calvario que vivió Jesús. Cuándo Cristo abatido por el cansancio cae y una mujer, Verónica, con su desconsuelo lleva un paño que enjuga el rostro de Jesús. Ésas son las imágenes que nuestra Cofradía saca en esta procesión y para mí tienen un significado especial.
¿Qué tiene nuestra Semana Santa que no se encuentre en otro sitio? ¿Qué destacaría?
En la Semana Santa torreña hay mucha participación por parte de las familias del pueblo, que se distribuyen entre las distintas cofradías. Hay una gran hermandad y las procesiones son realmente bonitas, con unos tronos preciosos e imágenes de escultores muy prestigiosos. Aquí en Las Torres, además, las Cofradías salen a la calle en varias procesiones a lo largo de la semana y en otros lugares esto no es así, suelen desfilar cada Cofradía un día. Eso hace todavía más grande la Semana Santa de Las Torres de Cotillas, porque sus nazarenos -pese a que tengan sus hombros doloridos o pies cansados de días anteriores- siguen día tras día ataviados con sus túnicas y con toda la ilusión y cariño del mundo para sacar sus tronos perfectamente arreglados a la calle. Cada año se esfuerzan y trabajan para que todo salga mejor.
¿Qué recuerda con más cariño de todas las Semanas Santas que ha vivido en el municipio?
Todas las Semanas Santas que he vivido han aportado para mí recuerdos entrañables y bonitos, pero se han hecho realmente especiales desde que nacieron mis hijos, Jaime y Ángela. Por esa participación y unión que nos aporta, porque ves que cada año ellos ponen más entusiasmo e ilusión y hace que las vivamos de forma más intensa.