Un año más la "Campana de Auroros Virgen del Rosario" de Las Torres de Cotillas cumplió con la tradición el Día de Todos los Santos y recorrió ayer martes 1 de noviembre el cementerio de la localidad cantando a los difuntos sus salves. Unas interpretaciones en un día muy señalado en el calendario de esta agrupación torreña en la que no faltó su campana (que según los estudiosos sería de mediados del siglo XVIII) y con las que se recuerda a los que ya no están entre nosotros.
Esta tradición se recuperó en 2011 en Las Torres de Cotillas después de su desaparición hace más de 50 años, con la que sus componentes están rescatando Salves del Rosario, de Difuntos, el Padrenuestro y otras composiciones populares que en su día, entre la oscuridad de la noche y la luz del nuevo día, entonaron los "auroras" del pueblo hasta mediados de la década de los 40 del pasado siglo para despertar a los vecinos y que acudieran a la misa primera, así como para cantar a los difuntos en su día.