El atleta torreño Sergio Jornet, perteneciente al "Club Atletismo Las Torres", consiguió la medalla de bronce en el "X Campeonato de España Cadete" de heptathlón, que se disputó los pasados 25 y 26 de junio en Castellón. Jornet consiguió gracias a su regularidad en las siete pruebas un total de 4.475 puntos, por 4.907 del primero y 4.492 del segundo. Así, el torreño marcó el mejor tiempo en los 100 metros lisos, quedó segundo en los 1.000 metros lisos y fue tercero en peso y altura, mientras que en longitud y en los 100 metros vallas firmó un cuarto puesto y en jabalina un quinto.
Éste es otro logro en la gran temporada del joven atleta, en la que ha conseguido grandes marcas y resultados. Así, una semana antes se había alzado en el campeonato regional cadete con cuatro oros (300 metros vallas, 100 metros lisos, salto de longitud y 100 metros vallas) y dos platas (salto de altura y lanzamiento de peso). También a principios de junio fue bronce con la selección autonómica murciana en la prueba de relevos 4x300 metros en el Campeonato de España cadete celebrado en Valladolid, donde en categoría individual fue cuarto en los 100 metros vallas (a tan sólo once centésimas del bronce).
Además, el joven torreño ya fue séptimo en el Campeonato de España cadete de exathlón celebrado el pasado febrero en Oviedo, tras haber ganado el regional unas semana antes. Además, el torreño cuenta con un admirable palmarés, ya que -a pesar de su juventud- ya suma seis títulos y un subcampeonato regionales en categoría infantil, y otro de 60 metros vallas en categoría cadete regional.
De obligación a afición
La importancia de la carrera atlética de Jornet reside en que él compite contra sus oponentes y contra otro rival que no se ve: la diabetes. Y es que al joven torreño, con tan sólo 10 años, le diagnosticaron que era diabético tras una estancia de varios días en el hospital. A raíz de esta nueva situación, los médicos le recomendaron que caminara todos los días y, desde entonces, Sergio comenzó a salir a andar junto a su padre todas las noches para controlar sus niveles de azúcar. Y de esas caminatas a comenzar a correr, sólo medió un paso.
Lo que empezó como una obligación se tornó en una afición a la que dedicar tiempo y esfuerzo, y de la que recoger satisfacciones. Con el paso del tiempo empezó a aficionarse al atletismo –antes ya había militado en el equipo de fútbol EMF AD Cotillas-, en el que poco a poco parece despuntar.