Ambas imágenes fueron trasladadas el pasado domingo desde el convento de Santa Ana del monte. Antes de la bajada, el padre guardián entregó al alcalde, el bastón canónico que éste, a su vez, ofreció al Cristo Amarrado a la Columna.
El pasado domingo fue un día especial para los jumillanos y para la Semana Santa. Tras la celebración de la Eucaristía en el convento, las imágenes del Cristo Amarrado a la Columna y la imagen de la Abuela Santa Ana fueron trasladadas a Jumilla para la Semana Santa.
Además, en el transcurso de la Eucaristía, tuvo lugar un emotivo y sencillo acto en el que el padre guardián Francisco Oliver hizo entrega al alcalde de Jumilla Francisco Abellán del bastón canónico que éste a su vez entregó al Cristo Amarrado, como Alcalde Honorario de la ciudad. La intención es que este gesto quede como hito en este 600 aniversario y se repita cada vez que la imagen de Salzillo esté en Jumilla.
Tras la celebración de la Santa Misa, miles de jumillanos y jumillanas esperaban en el atrio del convento para iniciar el descenso a la ciudad, acompañando tanto al Cristo como a la Abuela Santa Ana. En los primeros turnos para portar la imagen del Amarrado participaron el alcalde y varios concejales de la corporación, así como integrantes de la Junta Central de Hermandades. A partir de ahí se inició el recorrido hasta llegar a la Ermita de San Agustín donde visitaron a la Patrona y después continuaron su desfile hasta Santiago. Miles de personas acudieron también a recibir al Cristo Amarrado y a la Abuelica Santa Ana.
En cuanto al traslado de la Abuela Santa Anta, el padre guardián del convento Francisco Oliver ha informado que "este traslado nos ha parecido adecuado, con motivo del 600 aniversario de la Semana Santa y que la venerada imagen de Santa Ana, con tantos siglos de presencia en este hermoso paraje, vuelva a estar presente en la Semana Santa de Jumilla". Según consta en los "Anales de Santa Ana del Monte de Jumilla" del P. García de Haro en el año 1781 comenta: "Hace como 15 ó 20 años que no se había bajado la Santa Imagen a Jumilla (se refiere a Santa Ana), la que antes la bajaba todos los años por Cuaresma en el Domingo de Panes y la traían por la Pascua..." Según este dato estaríamos en el año 1750, en el que se cortó con la larga tradición de casi doscientos años de ininterrumpida presencia en la Semana Santa de nuestra ciudad de la "Abuela" Santa Ana.
El franciscano añade que "según estos datos Santa Ana ya bajaba en Semana Santa a la ciudad antes de la llegada de la Sagrada imagen del Cristo Amarrado a la Columna (1753), En el año 1781 nos dice que el "Domingo 22 de Abril que era la Dominica in Albis (siguiente domingo del de Resurrección) subieron la Santa Imagen de la Santa Abuela al Castillo donde está la Virgen de Gracia porque los señores eclesiásticos agradecidos al favor de la lluvia quisieron que volviera la visita a su hija la Virgen de Gracia, así como ésta vino a la rogativa a estar con su madre la Señora Santa Ana; este día se predica de San Vicente Ferrer en el Castillo y se bendicen los términos, y a todo estuvo presente la Santa Abuela". En el año 1956 también procesionó en nuestra Semana Santa con motivo del segundo centenario de la llegada del Cristo Amarrado. Como también lo hizo en el año 1998 con motivo del cuatrocientos veinticinco años de la fundación de este Convento, luciendo en este caso la policromía que actualmente luce, una vez restaurada en el centro de "Verónicas".
Para el religioso Francisco Oliver "normalmente se conoce a la Abuela Santa Ana por sus rogativas en favor de la lluvia. Hoy la técnica ha resuelto, en parte, esta carestía de agua; pero Santa Ana no sólo ha intercedido ante el cielo para que venga la lluvia a nuestros campos. Son innumerables los signos y prodigios de toda índole realizados por nuestra "Abuela Santa Ana", y que se describen pormenorizadamente en las Crónicas de este convento cuyo contenido y número no podemos consignar en esta breve nota. Por eso este año 2011, cuando se nos pidió que la "Abuela" acompañara a la sagrada imagen del Cristo Amarrado a la Columna en su bajada a la ciudad, nos pareció conveniente solicitar a la Junta Central, la conveniencia de que se organizara, dentro de este 600 aniversario, una procesión-rogativa con nuestra querida y entrañable imagen de Santa Ana para que ella intercediera ante el Padre de todo bien, y nos obtenga otro tipo de agua, esa sin la cual la vida carece de sentido".
