Centenares de medios de comunicación tradicionales y portales de internet se han hecho eco del reconocimiento científico internacional de las huellas de camello halladas hace unos años en el Yacimiento de la Hoya de la Sima.
Esta repercusión ha sido tras la publicación de un artículo, elaborado por el director del Museo Etnográfico Jerónimo Molina Cayetano Herrero, junto a Félix Pérez Lorente de la Universidad de La Rioja y a Plinio Montoya de la Universidad de Valencia, en la prestigiosa revista científica canadiense Ichnos y que confirman la importancia de las huellas, únicas en el mundo.
Los investigadores han denominado al nuevo camélido Paracamelichnum Jumillensis, un género y especie de camélido desconocido hasta ahora. Un animal muy similar al camello actual que vivió en el Mioceno superior, hace unos 6 millones de años. Según ha manifestado Cayetano Herrero, descubridor junto a Emilio Herrero de las huellas en 1997, “es un reconocimiento muy importante, a nivel mundial de las huellas, como únicas en todo el mundo”.
En cuanto a su repercusión, Herrero ha manifestado que, por ejemplo, en internet, a fecha de hoy, hay trece páginas que suponen más de 140 registros en los que se han publicado esta información, en España en las cabeceras de periódicos y de medios más importantes y en el mundo desde Malasia en Singapur, a Rusia, Estados Unidos, Méjico y hasta en una página oficial de Irán. “Todo ha sido tras la elaboración del citado trabajo y que nos ha costado dos años para que la revista Ichnos lo saque a la luz, ya que es una publicación científica y muy rigurosa en sus contenidos, de manera que tienen correctores en todo el mundo y cuyos artículos son analizados y contrastados por profesionales entendidos en cada materia”.
Por su parte, Juana Guardiola, concejal de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Jumilla ha manifestado su satisfacción “ya que esto confirma la importancia de estas huellas y del yacimiento”. Guardiola ha añadido que “nos gustaría que, como vengo reivindicando desde hace años, la Comunidad Autónoma de Murcia, tomara conciencia de la importancia de este yacimiento y colaborara, en mayor medida, con el Ayuntamiento en llevar a cabo actuaciones en este lugar”. “El Yacimiento de la Hoya de la Sima se podría convertir en un referente turístico, científico y cultural de la Región de Murcia en este campo de la Paleontología”. Para ello, la edil de Cultura y Turismo considera que “se podría continuar realizando más excavaciones puesto que estamos seguros que hay más huellas, acondicionar la zona para el Turismo, ya que el terreno es municipal, incluso con reproducciones de los animales a los que pertenecen estas huellas”.
Juana Guardiola ha añadido que “el Ayuntamiento se acoge a diferentes fondos para preservar las huellas, pero para llevar a cabo una actuación global necesitamos más ayudas”. “Lo que se podría hacer es un Plan Director que nos oriente sobre posibles actuaciones e ir acometiéndolas por fases. Es un sueño que confío en que se conseguirá”, indicó la concejal de Cultura quien también ha agradecido “los desvelos de Cayetano y su hijo, de todos los profesionales que vienen aquí a investigar, al equipo de Lorenzo Vilas de la Universidad Complutense, a Félix Pérez Lorente de la Universidad de la Rioja que son quienes han constatado que son huellas únicas y lo han divulgado a la comunidad internacional”.
Datos y publicación de la Universidad de la Rioja
Según la publicación de la Universidad de la Rioja, estas pisadas pertenecen a una especie y género desconocidos y son las primeras huellas fósiles de camello encontradas en Europa. Un equipo de investigadores ha descrito las primeras huellas fósiles de camello de Europa, descubiertas en el yacimiento de La Hoya de la Sima de Jumilla (Murcia). El equipo ha sido dirigido Félix Pérez Lorente, profesor de la Universidad de La Rioja y director científico de la Fundación Patrimonio Paleontológido de La Rioja. Los investigadores han denominado al nuevo camélido Paracamelichnum Jumillensis n.ichnogen. n.ichnosp. Un animal muy similar al camello actual que vivió en el Mioceno superior, hace unos 6 millones de años. Los resultados de esta investigación, publicados en la revista internacional Ichnos, demuestran que se trata de un género y especie de camélido desconocido hasta ahora.
Junto a Pérez Lorente, responsable del grupo de Geología y Paleoicnología de la Universidad de La Rioja, están Cayetano y Emilio Herrero, del Museo Municipal ‘Jerónimo Molina’ de Jumilla y descubridores de las huellas, y Plinio Montoya, especialista en huesos fósiles de mamíferos de la Universidad de Valencia.
Las investigaciones, apoyadas por la Fundación Patrimonio Paleontológico de La Rioja, se han realizado sobre un total de 191 huellas, pertenecientes a un grupo de entre 10 y 15 individuos. La cantidad y buena conservación de estas icnitas han permitido a los científicos obtener nuevos datos sobre el comportamiento de las manadas de camélidos y confirmar hipótesis sobre sus costumbres gregarias.
Las características y distribución de las huellas analizadas (rastros paralelos que giran a la vez en la misma dirección) corresponden a un grupo de animales que caminaban juntos por una especie de charca salobre. Las pisadas presentan la disposición típica de la forma de andar de los camellos, denominada «amblar», en la que las dos extremidades de cada lado del cuerpo se mueven al mismo tiempo. La dimensión de los pies y la longitud de los pasos denotan que eran individuos adultos de una talla similar entre sí.
El estudio comparativo respecto a otras huellas similares demuestra su singularidad, al presentar características nuevas, como un mayor tamaño, contorno trapezoidal, ejes de las aholmadillas de los dedos rectilíneos, continuidad de la parte delantera, separación amplia y no terminada en punta de los dedos o inexistencia de surco central, entre otras.
Las pisadas de los camélidos quedaron impresas en una zona húmeda, una depresión interior en la que se sucedían periodos de acumulación de agua y otros de sequía total, que originaron diversos depósitos de capas de yeso. En el yacimiento de la Hoya de la Sima se han encontrado también huellas de otros mamíferos del Terciario, como caballos, antílopes, osos y tigres de dientes de sable.
Desde que se descubrieron las primeras huellas en el yacimiento, en 1997, paleontólogos de las Universidades de La Rioja, Murcia y Valencia han trabajado en el estudio de estas icnitas. Un primer artículo sobre su labor fue publicado en 1999 en la Revista española de paleontología bajo el título ‘Pisadas fósiles de mamíferos en el mioceno superior de la Hoya de a Sima’.
Las huellas de camello ahora descritas son las únicas huellas fósiles de este animal encontradas en Europa. Hasta el momento sólo se habían localizado pisadas similares (aunque pertenecientes a otro género y especie de camélido) en yacimientos de Texas, Arizona, Kansas, California, Wyoming, Dakota del Sur, Nevada, Nuevo México, Turkmenistán y Argentina.
Descubrimiento de las huellas
Aunque ya los trabajadores de la cantera detectaron la presencia de lo que parecían huellas de animales, no fue hasta 1997 cuando el subdirector del Museo Municipal de Jumilla, Cayetano Herrero, valoró su importancia y puso en marcha su estudio científico.
Primera publicación científica. En 1999 investigadores de las Universidades de La Rioja (Félix Pérez Lorente), Málaga y Murcia publican el artículo ‘Pisadas fósiles de mamíferos en el Mioceno superior de la Hoya de la Sima’ (Jumilla, Murcia, España) en la Revista española de paleontología (v.14, 255-267).
Publicación científica actual. Marzo 2009. Investigadores de la Universidad de La Rioja (Félix Pérez Lorente), del Museo Municipal de Jumilla (Cayetano Herrero y Emilio Herrero) y de la Universidad de Valencia (Plinio Montoya) publican el artículo ‘Paracamelichnum Jumillensis n.ichnogen. n.ichnosp., Upper Miocene Camelidae Incites from the Hoya de la Sima site’ (Murcia, Spain) en la revista internacional Ichnos (16, 208-219)
Paleofauna y paisaje
Las icnitas, o pisadas fósiles, de la Hoya de la Sima se produjeron cuando mamíferos de diversas especies caminaron sobre el sustrato húmedo que con el tiempo se secaría y se convertiría en los actuales yesos de la cuenca. El conjunto de rastros resultantes ofrece una imagen de lo que sería la actividad animal alrededor de la charca que ocupaba el centro de la cuenca durante un parte del Mioceno superior.