Gaza se ha quedado sin suministro eléctrico tras el apagón total de la central por falta de combustible, y el refugio seguro, los alimentos y el agua son cada vez más escasos.
Acción contra el Hambre condena el ataque indiscriminado e implacable contra infraestructuras civiles y exige la protección inmediata de la población civil y el acceso seguro de materiales y bienes humanitarios.
La escalada de la guerra entre los grupos armados palestinos e Israel está siendo testigo de violaciones sin control del Derecho Internacional Humanitario por ambas partes. Una crisis humanitaria de escala apocalíptica se está desarrollando ante nuestros ojos. El bloqueo impuesto y la falta de corredores humanitarios seguros ha dejado a Gaza sin suministro eléctrico. Esto afecta al acceso al agua, las comunicaciones, los alimentos, los servicios sanitarios y a la mayoría de las necesidades básicas. Gaza se queda a oscuras.
Acción contra el Hambre ha interrumpido sus actividades en Gaza y actualmente se centra en proteger a sus equipos, y a sus familias, que forman parte de los 2,2 millones de personas que viven en los aproximadamente 360 kilómetros cuadrados que forman Gaza, una de las zonas más densamente pobladas del mundo. Nuestros esfuerzos por encontrar un refugio seguro para ellos no cesan, aunque con los bombardeos constantes son menos las zonas que pueden considerarse seguras en Gaza.
Nuestro personal informa que las telecomunicaciones, escuelas, hospitales, centros comerciales, universidades, edificios residenciales, bancos, centros logísticos y depósitos comerciales han sido blanco de ataques. Esto ocurre en un lugar donde miles de viviendas ya habían sido destruidas en los últimos años.
Se calcula que casi 200.000 personas se han visto desplazadas internamente en Gaza, según la OCHA, debido a que sus hogares se encuentran en las zonas objetivo o cerca de ellas. Salir para buscar refugio en otro lugar ya era una dificultad antes de esta escalada y ahora es aún más difícil Todos los pasos fronterizos para salir de Gaza están cerrados o destruidos, incluido el de Rafah con Egipto, que ayer fue atacado por Israel. No hay escapatoria.
El ataque general, deliberado y desproporcionado contra civiles, procedente de cualquiera de las partes, es inaceptable, contrario al Derecho Internacional Humanitario y el fundamento de una crisis humanitaria catastrófica y de cualquier perspectiva de solución a esta crisis. Todas las partes deben ejercer inmediatamente la moderación y cumplir con sus obligaciones legales internacionales.
Castigar colectivamente a las poblaciones mediante la destrucción de bienes e infraestructuras esenciales para cubrir las necesidades básicas, así como la denegación del acceso a los mismos a la población civil, es contrario al Derecho Internacional Humanitario. Por lo tanto, es fundamental facilitar tanto la financiación oportuna como el acceso a alimentos vitales, agua y servicios de saneamiento y salud. En 2018, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la histórica resolución 2417, que condena el uso del hambre como arma de guerra. En estos días de bloqueo y violencia extrema no debemos olvidarlo.
Acción contra el Hambre también pide que se eliminen las restricciones de movimientos en Cisjordania, que impiden el acceso de la población a servicios básicos como la sanidad, la educación y los mercados.
Proteger al personal humanitario y sus programas de cualquier tipo de violencia es clave para proteger a la población civil. Acción contra el Hambre lleva trabajando en el Territorio Palestino Ocupado desde 2022, abriendo una oficina en Gaza en 2005, y permanece alerta para cuando sea seguro continuar una labor que ahora es más necesaria que nunca. Para que esto sea posible, pedimos a la comunidad internacional y a los donantes que eviten más declaraciones provocadoras pidiendo la reducción de la financiación para los palestinos en un momento como éste. Estamos con todas las víctimas del conflicto.