A esta cifra se unen 5 millones de niños y niñas de Ucrania: más de 2 millones de niños han huido del país y 3 millones son desplazados internos
Anastasia, profesora ucraniana refugiada en Rumanía: "No había nada más importante que sacar a mi hijo de allí. En aquel momento era, simplemente, una madre. Ni siquiera una esposa, porque dejé allí a mi marido".
Davyd, niño ucraniano de 7 años refugiado en Londres: "Primero fuimos a Polonia. Luego, volamos a Londres por encima de las nubes. En Londres nos reunimos con mi tía".
Rostami, padre afgano refugiado con su familia en Grecia: "De Afganistán fuimos a Irán, luego a Turquía y después a Lesbos. Vivimos en un campamento desde hace tres años. Mi hijo nació aquí".
Los conflictos, la violencia y otras crisis dejaron una cifra récord de 36,5 millones de niños desplazados a finales de 2021 -según estimaciones de UNICEF-, el mayor número registrado desde la Segunda Guerra Mundial. Esta cifra incluye a 13,7 millones de niños refugiados y solicitantes de asilo*, y a cerca de 22,8 millones de niños desplazados internos a causa de conflictos y violencia.
Estas cifras no engloban a los niños desplazados por causas climáticas, medioambientales o desastres ni los desplazados en 2022; por tanto no incluyen los datos de la guerra en Ucrania, donde desde febrero más de 2 millones de niños han huido del país y 3 millones son desplazados internos. Además, hay niños y familias que se están viendo obligados a abandonar sus casas por eventos climáticos extremos, como la sequía del Cuerno de África y el Sahel, o las graves inundaciones de Bangladesh, India y Sudáfrica. En 2021 se produjeron 7,3 millones de nuevos desplazamientos de niños como consecuencia de desastres naturales.
La cifra récord de niños desplazados es un resultado directo de crisis en cascada como conflictos graves y prolongados como el de Afganistán-, la fragilidad de países como la República Democrática del Congo o Yemen, y crisis vinculadas que se ven agravadas por el impacto del cambio climático. El desplazamiento de niños, igual que su fragilidad, se está propagando con rapidez. Durante el año pasado, el número total de niños desplazados aumentó en 2,2 millones.
"No podemos ignorar la evidencia: el número de niños desplazados a causa de conflictos y crisis está aumentando rápidamente, y también nuestra responsabilidad para llegar a ellos", afirma la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. "Espero que estas cifras alarmantes muevan a los gobiernos a evitar, en primer lugar, que los niños se vean desplazados; y, si lo están, a garantizar su acceso a educación, protección y otros servicios esenciales que apoyan su bienestar y desarrollo ahora y en el futuro".
La población de refugiados ha aumentado más del doble en la última década, y los niños constituyen casi la mitad del total. Más de un tercio -36%- de los niños desplazados viven en África subsahariana (3,9 millones), el 25% en Europa y Asia Central (2,6 millones) y el 13% (1,4 millones) en Oriente Medio y Norte de África.
Mientras el número de niños desplazados y refugiados alcanza un nuevo récord, el acceso a apoyo y servicios esenciales, como atención sanitaria, educación y protección, no es suficiente. Alrededor de dos tercios de todos los niños refugiados están matriculados en la escuela primaria, mientras solo un tercio de los adolescentes refugiados está en la escuela secundaria.
Los niños desarraigados refugiados, solicitantes de asilo o desplazados internos- afrontan graves riesgos para su bienestar y seguridad. Esto es particularmente real para los cientos de miles de niños separados y no acompañados, que están en un riesgo aun mayor de ser víctimas de trata, explotación, violencia y abuso. Los niños constituyen aproximadamente el 34% de las víctimas totales de trata.
UNICEF insta a los Estados Miembros a cumplir sus compromisos con los derechos de todos los niños desarraigados, incluyendo los compromisos establecidos en el Pacto Mundial sobre Refugiados y en el Pacto Mundial sobre Migración, así como a invertir más en datos e investigación que reflejen la verdadera escala de los problemas a los que se enfrentan los niños refugiados, migrantes y desplazados.
Además, la organización pide a los gobiernos que adopten seis medidas para lograr la igualdad de derechos y oportunidades para todos los niños refugiados, migrantes y desplazados:
Proporcionar apoyo equitativo a todos los niños, independientemente de dónde procedan;
Reconocer a los niños refugiados, migrantes y desplazados ante todo como niños con derecho a protección, desarrollo y participación;
Aumentar la acción colectiva para garantizar un acceso efectivo a servicios esenciales como atención sanitaria y educación- para todos los niños y familias desarraigados, independientemente de sus estatus;
Proteger a los niños refugiados, migrantes y desplazados frente a la discriminación y la xenofobia;
Poner fin a las prácticas nocivas de gestión de fronteras y detención de niños migrantes; y
Empoderar a los refugiados, migrantes y desplazados para impulsar sus talentos y que desarrollen su máximo potencial.
La respuesta de España a los refugiados ucranianos
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania el pasado mes de febrero, nuestro país ha dado una respuesta sin precedentes a la situación de los refugiados ucranianos que han llegado a España. "Esta respuesta debería ser el modelo a seguir a partir de ahora, y para ello debería convertirse en una política de gestión de contingencias humanitarias", asegura José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España. "Nuestro país está ante la oportunidad única de fortalecer todo el sistema de acogida a refugiados y de darle, además, un enfoque de derechos de infancia para incluir las necesidades específicas de niños, niñas y adolescentes".
España, y todo el continente europeo, se enfrentan al gran reto de protección a la infancia migrante no solo la procedente de Ucrania, sino también del resto de países-, con grandes desafíos como las separaciones familiares, las dificultades para registrar a los niños solos y no acompañados, o la débil coordinación entre países.
Para mejorar algunas de estas dificultades, UNICEF España propone medidas como el fortalecimiento del acogimiento familiar (clarificando las normas, reforzando los mecanismos de supervisión y los procedimientos de las Administraciones Públicas) y de la respuesta a los niños migrantes y refugiados en materia de educación y de atención sanitaria, con especial atención a la salud mental y el bienestar emocional.
Concretamente, para contribuir a conseguir el bienestar emocional de niños, niñas y adolescentes refugiados, UNICEF España lanzó una página web donde las personas refugiadas y las familias de acogida pueden consultar consejos, recomendaciones, orientación e información práctica sobre cómo solicitar protección temporal, cómo acceder al sistema de acogida, necesidades de los cuidadores, reacciones infantiles a los conflictos según su edad, etc.