El director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué, se ha desplazado hasta la frontera moldava con Ucrania para evaluar la situación de los refugiados. Entre los próximos pasos está trabajar con la población ucraniana que permanece en el país y abrir allí una base logística.  

Acción contra el Hambre Internacional fue una de las primeras organizaciones humanitarias en desplegar un equipo de emergencias en Polonia, Rumanía y Moldavia para dar apoyo a la población ucraniana que huye de la guerra y cubrir sus necesidades más urgentes. 

Miles de refugiados ucranianos siguen cruzando cada día las fronteras de Moldavia huyendo de la guerra. Palanca es el paso fronterizo con más afluencia de refugiados del país y en donde Acción contra el Hambre tiene una de sus áreas principales de actuación. Para conocer de primera mano la situación de los refugiados ucranianos en Moldavia, Olivier Longué, director general de Acción contra el Hambre, ha visitado los lugares en donde opera la organización, como es la frontera de Palanca. 

“Estamos viendo que el estado de las personas que llega es cada vez peor”, comenta Olivier Longué, “la gente que tenía algo de recursos ya ha salido del país y ahora los que llegan son madres con niños y personas ancianas sin recursos. Llegan, literalmente, con lo puesto. Muchos vienen de Nikoláyev, ciudad cercana a Odesa, y a pesar de que, por la información que nos llega, el centro de Odesa no ha sufrido todavía ataques, si la situación se complicara podría recrudecer la situación humanitaria que estamos viviendo en esta frontera”, explica Olivier Longué. 

En su visita a la frontera, el director general de Acción contra el Hambre estuvo en contacto con miembros de otras organizaciones y personal voluntario que también está ayudando a los refugiados. Según comenta Olivier Longué, “hay refugiados que tienen esperanza de que todo acabará pronto y podrán volver a sus casas. Muchos refugiados con necesidades especiales o huérfanos han visto en Moldavia un sitio seguro para quedarse. Para todos, la ayuda que reciben por parte de organizaciones humanitarias es clave”, añade el responsable de la organización.

El centro de recepción de refugiados de Palanca 

En el centro de recepción moldavo de Palanca se han instalado calefactores y enchufes para la recarga de móviles. En el mismo lugar, Acción contra el Hambre también ha puesto a disposición de los refugiados gel hidroalcohólico, papel higiénico y papeleras. En breve se instalarán letrinas, aseos bioorgánicos y duchas para personas con necesidades especiales. Además, se están instalando cocinas industriales móviles, para ampliar las comidas calientes en el municipio de Palanca. 

Longué también se desplazó hasta la cocina que prepara los alimentos que Acción contra el Hambre reparte entre los refugiados ucranianos. Allí habló con varias familias que han podido comer gracias a este tipo de acciones y que afirman que volverán a Ucrania cuando sea seguro para los niños. “Nunca planteamos irnos, por eso queremos volver cuanto antes. Queremos paz”, afirma una de las integrantes de una familia.

Muchas de las personas que se quedan en Moldavia temporalmente, acuden a centros de acogida para refugiados. Hasta allí ha llegado también el equipo de Acción contra el Hambre, que colabora con organizaciones como Concordia. En estos centros ofrece asistencia humanitaria, como comida, kits de limpieza, pumpers para niños, toallitas húmedas y leche de fórmula.

Acción contra el Hambre en Ucrania 

En su viaje en el terreno, el director general de Acción contra el Hambre cruzó la frontera hasta el lado ucraniano. Allí estuvo en contacto con miembros de otras organizaciones, como Éxitus, que se encarga de asegurar que los niños y niñas huérfanas consigan salir de una Ucrania en guerra.

“No existe todavía un corredor internacional al uso, es más bien una vía de escape”, nos comenta Oliver Longué, “según nuestras informaciones, muchas de las personas que huyen hacia la frontera han sufrido ataques y, algunos de los que llegan en coche ponen carteles en las ventanillas con la palabra ‘niños’ para indicar a los soldados que sólo hay niños y mujeres en el coche, y evitar que los ataquen”. 

Acción contra el Hambre inicia, a partir del 17 de marzo, la colaboración con la organización Éxitus para habilitar dos furgonetas que podrán transportar 400 kilogramos de alimentos hasta lugares estratégicos de Odesa.

El objetivo de Acción contra el Hambre es operar pronto dentro de Ucrania. “Nuestro propósito es poder establecer una base logística dentro de Ucrania para la población que se queda en el país”, comenta el director general de Acción contra el Hambre, “no hay que olvidar que, aunque es imprescindible atender a los más de tres millones de refugiados que han abandonado el país, hay otros 40 millones de personas que permanecen en Ucrania con un nivel de necesidad que va creciendo cada día”. 

Para reiniciar sus trabajos en Ucrania (hay que recordar que Acción contra el Hambre ya tuvo una base en la región del Donbas durante los años 2014-2018), la estrategia que apunta el director general de Acción contra el Hambre se dirige hacia tres direcciones: “entrar en el país y tener una red de transporte internacional; en segundo lugar, crear una cadena de distribución y no instalarnos en un centro urbano, porque ahí estaríamos en el foco del conflicto y por último, para poder abrir corredores humanitarios y que nuestros camiones puedan entrar de forma pactada, necesitamos hacer un trabajo de alta negociación humanitaria. No podemos olvidar que ambos estados han firmado los convenios de Ginebra”, concluye el responsable de la organización humanitaria. 

Casi 3 millones de personas han abandonado sus hogares en Ucrania, buscando seguridad en otras partes del país. Se prevé que casi 7 millones de personas se desplazarán en las próximas semanas si la guerra continúa.