En el séptimo día de guerra y con más de 18 millones de personas afectadas ya por la contienda, Aldeas Infantiles SOS informa de que el segundo grupo de niños y niñas de las Aldeas Infantiles SOS de Brovary y de la región de Lugansk (21 en total), han llegado a salvo a Polonia. Los niños, las niñas y los educadores que los acompañaban han sido recibidos en la frontera por colegas de la organización en Polonia y alojados en la Aldea de Krasnik.
"En estos momentos los niños y las niñas se encuentran bien y están bajo el cuidado de médicos y psicólogos; estamos haciendo un diagnóstico más detallado de sus necesidades; están bien pero necesitan descansar y también apoyo emocional que les ayude a entender y a afrontar todo lo vivido", explica Hanna Kalyta, una de las trabajadoras de la Aldea polaca.
Aldeas Infantiles SOS Polonia activó un protocolo de recepción pocas horas después de que comenzara la invasión para asegurarse de que los niños, niñas y adultos procedentes de los programas que esta organización internacional tiene en Ucrania pudieran entrar a Polonia y mantenerse a salvo. El primer grupo, compuesto por 40 niños y niñas, llegó ayer al país y fue instalado en la Aldea de Bilgoraj.
La organización también ha informado de que 18 niños y niñas que se mantenían en la Aldea de Brovary, en la región de Kiev, partieron ayer hacia Lviv en un tren de evacuación desde Kiev. Se espera que hoy salgan hacia Polonia. Cabe señalar que este país está facilitando el acceso a los ciudadanos de Ucrania y ofreciéndoles transporte de forma gratuita además de alojamiento temporal, comida caliente, bebida, asistencia médica básica y un lugar de descanso en diferentes puntos de recepción al otro lado de la frontera.
Todos los niños, las niñas, las familias y el personal de Aldeas Infantiles SOS en Ucrania están bien, aunque la mayoría de ellos debe permanecer en refugios antiaéreos. "Alrededor del 60% de nuestro personal se encuentra actualmente en áreas de combate activo", señala Serhii Lukashov, director nacional de Aldeas Infantiles SOS en Ucrania. "Todos están bien, pero tanto ellos como sus familias están emocionalmente angustiados, agotados y asustados. Yo también estoy asustado. Hay bombardeos durante la noche y combates por el día. Kiev podría ser el próximo Sarajevo", explica Serhii Lukashov.
La organización de atención directa a la infancia indica que, desde que comenzó la guerra, no ha parado de recibir solicitudes de apoyo de nuevas familias que necesitan ayuda urgente. Aldeas trabaja ayudándolas en su reubicación y abasteciéndolas de bienes de primera necesidad.
Aldeas Infantiles SOS puso en marcha el pasado viernes un Programa de Respuesta a Emergencias en Ucrania cuyo objetivo es prevenir la separación familiar durante los desplazamientos y proveer de refugio, alimentos, productos de higiene y apoyo psicológico a las familias y a los niños y niñas que lo necesiten. Además, la organización se está focalizando en atender a los niños y niñas no acompañados garantizándoles un entorno seguro y protector y ayudándoles a identificar a sus familias para lograr su reunificación.
La organización trabaja en Ucrania desde 2003. Esta experiencia de casi 20 años en el país le ha permitido actuar con agilidad y flexibilidad, velando siempre por la protección de la infancia y la unión de las familias.
Condiciones de vida imposibles
Con el avance de la guerra, va aumentando la destrucción y los daños en infraestructura civil y en viviendas residenciales. Los servicios públicos y primarios esenciales se han visto interrumpidos o colapsados. Los recursos sanitarios, enormemente debilitados por los efectos acumulativos de años de conflicto así como por las múltiples olas de COVID-19, también se han deteriorado rápidamente debido a la escasez de suministros médicos y personal, y al aumento de las necesidades.
El conflicto ha interrumpido la educación de toda la población en edad escolar: 5,7 millones de niños, niñas y adolescentes que tienen entre 3 y 17 años. Los centros educativos se han cerrado a nivel nacional.
Según explica Aldeas Infantiles SOS, a todo ello hay que añadir una seguridad económica limitada, barreras para acceder a la protección social, inseguridad alimentaria, precios elevados de los alimentos, escasez o falta de mercados, pérdida de oportunidades de subsistencia, altos niveles de pobreza, una industria y capacidad de producción reducidas y la posibilidad de que las cadenas de suministro se vean interrumpidas durante un periodo prolongado de tiempo.
Una situación que se ve agravada por las duras condiciones invernales y que podría empeorar aún más si se daña la infraestructura de telecomunicaciones, lo que dejaría a las poblaciones afectadas, y a los servicios de emergencia y a la comunidad humanitaria sin ningún medio de comunicación.
La organización de atención directa a la infancia alerta de que el aumento de las hostilidades también incrementa las vulnerabilidades: "personas mayores, con discapacidad, hogares encabezados por mujeres, niños o niñas, o minorías, están más expuestos a riesgos asociados al conflicto como la trata de personas, la explotación sexual y otras formas de violencia de género, así como el abuso y la violencia contra los niños y las niñas, el estrés y el trauma psicosocial, y el riesgo de separación".
En este contexto, Naciones Unidas eleva sus predicciones a ocho millones de refugiados, de los cuales 4,3 son particularmente vulnerables. Por el momento, ya son cerca de 680.000 los ucranianos que han huido a países vecinos, sin bien las cifras aumentan exponencialmente hora tras hora. Más de 280.000 han ido a Polonia; 94.000 a Hungría; casi 40.000 a Moldavia; 34.000 a Rumania; 30.000 a Eslovaquia; decenas de miles a otros países europeos; y "un número considerable" a Rusia.
Los países vecinos están, en términos generales, facilitando su acceso y proporcionándoles apoyo de diverso tipo: transporte, albergues, artículos de primera necesidad, asistencia médica e, incluso, en el caso de Moldavia y Eslovaquia, se está permitiendo el paso a ciudadanos ucranianos sin pasaporte.
Aldeas Infantiles SOS ha abierto un fondo de emergencia para ayudar a los niños y niñas ucranianos: ES79 0049 0001 5321 1003 3332.