"Si no se toman medidas ahora, el mundo podría enfrentarse a una grave escasez de jeringuillas para las vacunas contra la COVID-19 a finales de 2022, con consecuencias potencialmente nefastas para el esfuerzo mundial por controlar la pandemia.

El mes pasado, los partidarios del esfuerzo global por dar acceso a las vacunas contra la COVID-19 se alinearon en torno a un nuevo objetivo durante una cumbre sobre vacunación celebrada al margen de la Asamblea General de la ONU: vacunar al menos al 70% de la población mundial contra la COVID-19 para 2022. Este ambicioso objetivo pretende cumplir la promesa de un acceso más equitativo a las vacunas contra el coronavirus.

Sin embargo, a medida que aumentamos colectivamente el acceso a las vacunas contra la COVID-19, debemos aumentar también el acceso a las jeringuillas necesarias para administrarlas.

Trabajando en estrecha colaboración con nuestros aliados, UNICEF ha estado liderando la acción. Triplicamos la cantidad de jeringuillas necesarias para satisfacer la demanda, asegurando casi 3.000 millones de jeringuillas de desactivación automática desde 2020, incluida la creación de una reserva financiada por la Alianza para las Vacunas Gavi -de 500 millones de jeringuillas- para prepararse para el despliegue de la vacuna contra la COVID-19.

Hasta ahora, estos suministros han sido suficientes para satisfacer las crecientes necesidades de jeringuillas obtenidas a través de UNICEF. Sin embargo, para alcanzar los nuevos objetivos de vacunación contra la COVID-19, y asumiendo un suministro de vacunas sin obstáculos durante el próximo año, podría haber un déficit de hasta 2.200 millones de jeringuillas, según las proyecciones de UNICEF.

Esta escasez solo afectaría al tipo de jeringuillas que se bloquean automáticamente para evitar su reutilización, como exigen las directrices de la OMS y UNICEF. Los países de ingresos medios y bajos, donde este tipo de jeringuilla es fundamental para la seguridad, serán los más afectados por esta escasez. No anticipamos una privación significativa de suministro de jeringuillas más estándar que se usan en los países de altos ingresos.

Esta escasez anticipada es el resultado de una demanda significativamente mayor, interrupciones en las cadenas internacionales de transporte y suministro, un abastecimiento impredecible de vacunas debido a una dependencia significativa de dosis donadas muy necesarias y prohibiciones nacionales de exportación de jeringuillas.

Para evitar ese escenario, necesitamos seis acciones urgentes, pero alcanzables:

Ampliar el acceso al suministro tanto de jeringuillas estándar autodesechables de 0,5 ml utilizadas en la mayoría de vacunaciones rutinarias y contra la COVID-19, como de las de 0,3 ml usadas para la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19. Esto requerirá necesariamente un incremento de la producción de productos relevantes y de calidad garantizada por parte de los fabricantes.

Un suministro de vacunas contra la COVID-19 más seguro y predecible, que nos permita hacer un mejor uso del limitado suministro de jeringuillas.

Privilegiar los envíos de equipamientos de inyección por parte de los transportistas de carga, similar a la priorización de los envíos de vacunas.

El fin del "nacionalismo de las jeringuillas" y el almacenamiento del equipamiento de inyecciones que se necesita tan desesperadamente.

Una revisión de los planes y plazos de las campañas de inmunización locales, así como la organización del despliegue de las vacunaciones contra la COVID-19, de manera que se optimice el impacto sobre la salud pública de las campañas globales de inmunización y que el suministro global de jeringuillas pueda usarse de la mejor manera sin que esto impacte de manera significativa en los esfuerzos mundiales de vacunación.

La consideración de un mayor uso de jeringuillas alternativas de calidad garantizada RUP (con características que impiden su reutilización) como la mejor alternativa a las autodesechables, en línea con la política nacional de los países receptores basada en las directrices de la OMS y UNICEF.

Estamos trabajando con aliados clave incluido Estados Unidos, COVAX, PATH, donantes, fabricantes de jeringuillas y otros- para adoptar las medidas necesarias y abordar esta situación, y seguiremos dando seguimiento a los avances. Estamos trabajando para aprovechar al máximo nuestros acuerdos existentes y firmar nuevos acuerdos con proveedores que nos permitan avanzar en este reto en 2022.

Estamos agradecidos a nuestros aliados por su apoyo y esfuerzos para afrontar este reto de suministros tan complicado.

Hacemos un llamamiento a los gobiernos, fabricantes y organizaciones implicadas en los trabajos globales de vacunación para que trabajemos juntos en este reto común, con un entendimiento compartido de que si damos estos sencillos pasos tendremos jeringuillas suficientes para abordar las necesidades mundiales.

Más vale prevenir que curar. Juntos, podemos prevenir este problema que hoy es solucionable, pero que el año que viene podría ser ya irresoluble".