La UE cuenta con políticas para mejorar la cohesión económica, social y territorial de sus Estados miembros. Introdujo tres instrumentos específicos en el período 2014-2020 para incentivar el rendimiento. Según el Tribunal de Cuentas Europeo (el Tribunal), que hoy ha publicado un informe especial sobre la financiación basada en el rendimiento de la política de cohesión de la UE, todavía queda mucho por hacer para garantizar que la financiación se destina a medidas y proyectos que obtengan los mejores resultados.
La UE persigue los objetivos de su política de cohesión mediante la cofinanciación de inversiones en los Estados miembros. Los resultados de estas inversiones son fundamentales para lograr los objetivos de la UE. En el ámbito de la política de cohesión, una mayor financiación de políticas basadas en el rendimiento contribuiría a que la UE destinara fondos a los programas y medidas más eficaces y que así lograra los mejores resultados.
El Reglamento sobre disposiciones comunes de 2014-2020 introdujo tres instrumentos que otorgaban incentivos financieros a los Estados miembros para obtener resultados y optimizar el uso de la financiación. Determinaba que había que establecer condiciones para garantizar el uso eficaz y eficiente de los Fondos EIE («condiciones ex ante»). Establecía una reserva de rendimiento de 20 000 millones de euros (6 % del gasto en cohesión) de fondos que se asignarían a prioridades de programas eficaces en 2019, durante los dos últimos años del período. Asimismo, creó modelos de financiación basados en el rendimiento que contribuyen en cierta medida a supeditar el apoyo financiero de la UE a la consecución de realizaciones y resultados predefinidos o al cumplimiento de determinadas condiciones.
El Tribunal ha llevado a cabo una auditoría para evaluar cómo han utilizado la Comisión y los Estados miembros estos nuevos instrumentos para la financiación basada en el rendimiento durante el período 2014-2020.
«Constatamos que la introducción del marco de rendimiento en el período 2014-2020 contribuyó a cambiar la cultura de la gestión financiera de la política de cohesión», afirma Ladislav Balko, Miembro del Tribunal responsable del informe. «No obstante, también observamos que todavía no existe un vínculo claro entre la financiación y el rendimiento de los programas en el ámbito de cohesión. Aunque los tres nuevos instrumentos introducidos en el Reglamento sobre disposiciones comunes dieron lugar a nuevos planteamientos de ejecución, estos no produjeron cambios sustanciales en las modalidades de asignación y desembolso de la financiación de la UE».
Los auditores formulan una serie de recomendaciones de mejoras futuras para la Comisión. Recomiendan que se aprovechen plenamente las condiciones favorecedoras (similares a las condiciones ex ante, a las que sustituyen) en el período de programación 2021-2027. También instan a la Comisión a preparar el terreno con antelación para una revisión intermedia eficaz del período 2021 2027. Y sugieren que se aclararen dos cosas: las normas que rigen el modelo de «financiación no vinculada a los costes», y el enfoque para ofrecer garantías sobre la financiación de la UE a través de dicho modelo.