La crisis social y sanitaria provocada por la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de esta política pública. Esta crisis solo se superará si lo hacemos todas las personas y todos los países.
Hoy, 8 de septiembre, celebramos el Día del Cooperante poniendo en valor el esfuerzo que los agentes sociales hacen, todos los días, para construir un mundo más justo, equitativo, igualitario y responsable. Son muchos los proyectos de cooperación en los que participan ONGD murcianas en todo el mundo.
Este año volvemos a reivindicar la necesidad de que se establezcan calendarios para la ejecución de la AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo). El atasco administrativo en la comunidad autónoma y muchas entidades locales imposibilita que las convocatorias se saquen en el primer semestre del año, lo que supone un gran inconveniente para la ejecución de los proyectos. Además, es imprescindible incrementar los fondos destinados a cooperación internacional y ayuda humanitaria: en 2020 se destinó a proyectos de cooperación internacional y ayuda humanitaria poco más de 750.000 euros (contando fondos autonómicos y locales).
Además, lamentamos que el Ayuntamiento de Murcia, que el año pasado colaboró en la financiación de 20 proyectos de cooperación en 14 países distintos y en 4 proyectos de ayuda humanitaria en 3 países, no ha conseguido aprobar unos presupuestos locales, lo que se ha traducido en la eliminación de la convocatoria de subvenciones para proyectos de cooperación internacional para el desarrollo. Si el Ayuntamiento no revierte la situación, el recorte en las convocatorias de subvenciones superará los 347.000 euros. Ante la crisis provocada por la COVID-19 debemos apostar, todavía más, por el fortalecimiento de la política de cooperación internacional atendiendo a los compromisos alcanzados: Agenda 2030 de Naciones Unidas y Pacto por una política pública de cooperación en el municipio de Murcia.
Es imprescindible, en este día, poner en valor el trabajo que hacen quienes forman parte del mundo de la cooperación. Al personal voluntario que aporta, libre y desinteresadamente, su tiempo y esfuerzo. Al personal contratado por dedicar su vida profesional a: dar a este sector la continuidad necesaria para que los resultados de los proyectos sean sostenibles, posibilitar que se den respuestas adecuadas a las catástrofes naturales y conflictos y, en definitiva, profesionalizar un sector que es tan vital como la sanidad, la educación o el saneamiento.
