Una delegación de Acción contra el Hambre, una de las pocas organizaciones internacionales que trabaja dentro de Siria desde antes del conflicto, se ha desplazado a Bruselas para promover la financiación de soluciones a largo plazo, que vayan más allá de la respuesta de emergencia en Siria.
12,4 millones de personas no tienen acceso a suficientes alimentos y 2,2 millones están en riesgo de inseguridad alimentaria. El precio de la canasta básica de alimentos ha aumentado un 250% en el último año y está fuera del alcance de muchas familias.
13,4 millones de personas -tres de cada cuatro- siguen necesitando ayuda humanitaria urgente. Son un 20% más que en 2020. Pero si no se aborda cuanto antes la restauración de las redes de agua y saneamiento, así como la producción sostenible de alimentos, se prolongará la dependencia de la ayuda humanitaria.
Damasco/Madrid, 29 de marzo 2021.
“La distribución de agua en camiones cisterna o de raciones de ayuda alimentaria no puede seguir siendo la solución. No es sostenible ni digno para las personas después de diez años. Es hora de abordar la rehabilitación de un país exhausto tras diez años de guerra, facilitando el retorno seguro - y enfatizo la palabra seguro- de los casi cinco millones de refugiados que siguen en situación de limbo en los países vecinos y las más de seis millones de personas desplazadas dentro del país”, declara Hélène Michou, coordinadora de incidencia para la crisis siria. En 2020 se cubrió solo el 56% del llamamiento humanitario de Naciones Unidas.
Las medidas de lucha contra el terrorismo y las sanciones no pueden ir contra la población civil
Acción contra el Hambre abogará también en esta cita europea por una exención urgente de las sanciones internacionales y las medidas relacionadas con la lucha contra el terrorismo para la ayuda humanitaria. “Estamos teniendo problemas para transferir fondos desde el exterior a los bancos sirios con los que seguir financiando nuestros proyectos de ayuda y nos preocupa también las dificultades de acceso a algunas zonas del país. La ayuda humanitaria, imparcial por principio, debería tener garantizado un acceso directo a las víctimas”, añade Chiara Saccardi, responsable geográfica para Oriente Próximo en Acción contra el Hambre.
Hambre masiva provocada por la violencia
Desde Damasco, Nasr Muflahi, director país de Acción contra el Hambre en Siria describe los mecanismos extremos de supervivencia de la población: "Mucha gente ha reducido a dos el número de comidas al día, compra alimentos a crédito [el 50% en zonas rurales y el 70% en las ciudades] o ha vendido su ganado y enseres para conseguir dinero para alimentarse. Es un fenómeno masivo en el país que ilustra los estrechos vínculos entre la guerra y el hambre”. Con la libra siria por los suelos y la inflación disparada, la población - exhausta tras diez años de conflicto- está desarrollando respuestas extremas. “Estamos viendo cómo numerosos niños y niñas dejan la escuela para ponerse a trabajar y un peligroso aumento del matrimonio infantil”, añade.
Acción contra el Hambre, desde 2008 en Siria
Acción contra el Hambre trabaja en siria desde 2008 con un equipo de 140 profesionales humanitarios. Nuestra ayuda llega a 2,3 millones de personas en 14 gobernaciones. Nuestra ayuda ha sido decisiva desde el inicio del conflicto para garantizar agua potable a la población más afectada. También hemos apoyado medios de vida y desplegado ayuda alimentaria, programas de salud mental y refugio.
Acción contra el hambre es una de las pocas organizaciones internacionales que ha podido trabajar dentro de Siria desde el inicio del conflicto.
Datos de 10 años de conflicto y hambre
- 13,4 millones de personas necesitan ayuda humanitaria. Son el doble que en 2011.
- 12,4 millones de personas viven en inseguridad alimentaria (sin alimentos disponibles o acceso sostenido en el tiempo para tener una alimentación sana). 2,2 millones más están en riesgo inminente de entrar en esta situación
- La canasta básica de alimentos ha aumentado un 250%. Incluye productos como el arroz, el pan, el trigo, las lentejas, el azúcar y el aceite vegetal.
- 6,1 millones de personas son desplazadas internas y cinco millones de refugiados han huido del país. Más del 90% de las personas refugiadas se encuentra en los países vecinos (Turquía, Líbano, Jordania e Irak).