Los equipos de Acción contra el Hambre ya están movilizados en las islas de San Andrés y Providencia y en los departamentos de Guajira, Norte de Santander, Chocó y Bolívar para cubrir las necesidades básicas de agua, alimentos e higiene entre las personas afectadas
A una semana de que finalice la temporada de tifones, los estragos del huracán Iota [categoría 4 de 5, medio millón de personas afectadas, datos de Naciones Unidas], que asoló Centroamérica el pasado 17 de noviembre se hacen sentir también en Colombia. Así lo cuentan desde el terreno nuestros equipos de emergencia: “los suelos no pueden retener ni infiltrar toda la cantidad de agua caída en pocos días, haciendo que canales se desborden e inunden casas, escuelas y centros de salud” relatan desde Guajira, en el norte del país.
“Las familias se encuentran desconcertadas y requieren del apoyo inmediato de la ayuda humanitaria: sus casas han sido destruidas, no tienen qué comer y lo mismo sucede con los elementos de aseo general y personal. Necesitan colchonetas, hamacas, mosquiteras para garantizar unas condiciones de supervivencia dignas”, añaden. El estado de las vías y caminos en esta región hace sumamente complicado el tránsito de vehículos, lo que ha conllevado que a un desabastecimiento de alimentos y combustibles y dejado incomunicadas numerosas poblaciones. “Las siembras que tenían fueron arrasadas por los vendavales y la cosecha se ha perdido”, rematan.
En Cartagena no se puede comprar alimentos en mercados locales afectados por las inundaciones, ya que se ha interrumpido la cadena de suministro y no se pueden garantizar las condiciones adecuadas de salubridad. “Por otro lado, las familias han visto interrumpidos sus medios de vida y el ejercicio de sus empleos, afectando sus ingresos diarios, que ya estaban siendo afectados por las medidas establecidas durante la emergencia sanitaria por COVID-19".
Un equipo de Acción contra el Hambre ha podido acceder ya a las islas de San Andrés y Providencia. En esta última el 100% de la población ha sido afectada, así como el 98% de las infraestructuras. “Hemos priorizado una identificación rápida de necesidades en sitios estratégicos en la isla, a la vez que hemos visitado a los seis albergues establecidos en San Andrés como puntos de acogida de los damnificados, entregado kits familiares de prevención CoOVID-19 e higiene, distribuidos en el Campo Bautista Elsybar (donde se alojan habitantes de la isla y habitantes de la vecina Providencia) y en el Hogar del Adulto Mayor.
Triple crisis en 2020
“Es la tercera crisis superpuesta que Colombia está viviendo en 2020: la ola invernal se suma a la crisis de COVID-19 [Colombia, con más de 1,2 millones de casos y 35 000 muertes es uno de los países más golpeados del mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud] y la presión derivada de la acogida de más de un millón de migrantes venezolanos”, explica la responsable geográfica de Acción contra el Hambre para América Latina, Benedetta Lettera.
Respuesta de emergencia de Acción contra el Hambre
Acción contra el Hambre ha priorizado los cinco departamentos del país más afectados por la ola invernal movilizando de manera inmediata a los equipos para suministrar kits de prevención e higiene y sistemas de almacenamiento de agua comunitarios.
Nuestra organización trabaja en Colombia desde 1998 con programas de agua, saneamiento e higiene, prevención y tratamiento de la desnutrición, protección, medios de vida, promoción del empleo y apoyo a migrantes venezolanos. Nuestra organización ha desplegado también respuestas de emergencia en Honduras, Guatemala y Nicaragua.