Se trata de uno de los desastres de mayor alcance en el país desde el supertifón Haiyan de 2013, según valoraciones del Ministerio de Asuntos Exteriores de Filipinas.
El equipo de Acción contra el Hambre, que se ha desplegado en la zona con mayores daños, constata la destrucción parcial o total de las redes de agua y la pérdida de los cultivos de arroz y maíz. Además, se han destruido más de 125 664 toneladas de alimentos.
Las zonas afectadas siguen necesitando material de higiene, alimentos y agua, así como material de protección básico para evitar contagios por el coronavirus, especialmente a aquellos que permanecen en los centros de evacuación.
Aunque la evacuación preventiva y la alerta temprana organizadas por las autoridades filipinas ha conseguido limitar la pérdida de vidas humanas, los daños materiales y los medios de vida del supertifón Goni son devastadores. Más de dos millones de personas se han visto afectadas por el supertifón que tocó tierra el pasado 1 de noviembre. De estas dos millones de personas, 517.000 fueron evacuadas y más de 100 000 personas se han visto afectadas o perdido sus hogares. Se espera que este número crezca porque existen zonas a las que todavía no se ha llegado por los daños en las vías de comunicación y en las líneas eléctricas.
Según las previsiones meteorológicas, otros dos ciclones tropicales se dirigen hacia el país y pueden atravesar el mismo camino que ha realizado Goni y afectar a la misma población. Unas 252.500 personas viven en zonas de alto riesgo, de las cuales 114.100 viven en la pobreza. Camarines Sur, una de las zonas más afectadas por el supertifón, por otro lado, también suele ser golpeado por fuertes tifones. Entre sus 2.005.200 habitantes, 829.300 se consideran pobres.
Cosechas de arroz y maíz perdidas
El Ministerio de Agricultura de Filipinas ha informado que 44 412 hectáreas de tierra están dañadas, afectando a 31.000 agricultores, y esto se traduce en pérdidas de producción en 125.664 toneladas de arroz, maíz y cultivos de alto valor, que ascienden a 51,4 millones de euros. “Nos preocupa enormemente el impacto a medio plazo sobre la alimentación de niños, mujeres y hombres en la zona afectada, que podrían quedar en una situación de grave inseguridad alimentaria”, explica Buensuceso.
El fenómeno meteorológico de La Niña podrá provocar más daños
Aparte de este tifón, el país ha experimentado sucesivos disturbios meteorológicos solo en este mes de octubre. En este sentido, según el pronóstico de la oficina meteorológica de Filipinas, el país probablemente comenzará a enfrentar la temporada de La Niña, que supondrá entre 3 y 6 ciclones tropicales entre los meses de noviembre y diciembre de este 2020.
Acción contra el Hambre trabaja en Filipinas desde el año 2000 y ha desplegado intervenciones de emergencia tras numerosos desastres naturales en el país como tifones y terremotos, incluido el supertifón Haiyan de 2013.
