Gaza afronta el inicio de la transmisión comunitaria con un suministro muy limitado de agua y medicamentos

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Las autoridades de la Franja empezaron a diagnosticar hace tres semanas casos positivos fuera de los centros de cuarentena. En los últimos días, el promedio de casos detectados por día fue de 80 a 100 casos

Gaza afronta el inicio de la transmisión comunitaria con un suministro muy limitado de agua y medicamentos

La falta de agua segura y la altísima densidad de población elevan enormemente el riesgo de contagio, mientras que la limitación de movimientos para atajar la transmisión ahonda una crisis económica sin precedentes causada por 12 años de bloqueo.

Los hospitales de Gaza tienen actualmente menos de 100 camas en la unidad de cuidados intensivos y ventiladores que permiten el tratamiento de solo 350 pacientes de COVID-19 para una población de 2 millones de personas.

Nuestros equipos en la Franja de Gaza están redoblando sus esfuerzos para contener la transmisión de la Covid-19, garantizando el acceso a servicios básicos de agua y saneamiento, así como a materiales de protección y desinfección, además de paliar las consecuencias económicas de la limitación de movimientos, especialmente estrictas en el norte de la Franja. "Las limitaciones en el suministro de agua potable y en el tratamiento de las aguas residuales ya eran una de nuestras principales preocupaciones antes de la pandemia”, explica desde Jerusalén Lucas Honauer, director de Acción contra el Hambre en el Territorio Palestino Ocupado.

En las circunstancias actuales, donde la pandemia amenaza a una población que vive abarrotada en 385 km2, esta situación es muy grave. “El agua potable es clave para controlar la transmisión en cualquier epidemia y, por lo tanto, es crucial que podamos acceder a nuestros materiales y recursos, de manera que nuestros proyectos continúen y sigamos proporcionando agua y saneamiento básicos a la población, reforzando los sistemas de prevención y evitando la propagación del virus". Añade Honauer.

"Mantener la distancia social en una de las zonas más densamente pobladas del mundo es un desafío espacial, pero es aún más difícil confinar a una población con un suministro de energía limitado a entre 8 y 12 horas al día [eran 4 horas a finales de agosto], lo que dificulta seriamente la capacidad de conservar alimentos o de mantener la actividad laboral desde casa, subraya el director de Acción contra el Hambre en el Territorio Palestino Ocupado.

Sin combustible no hay electricidad, y sin esta no hay agua limpia

El aumento de casos de COVID-19 en la población general de la Franja coincidió con el cierre de la única central eléctrica de Gaza, el 18 de agosto de 2020. Tras la reciente escalada de las hostilidades entre Gaza e Israel, las autoridades israelíes suspendieron el suministro de combustible. Desde el pasado 11 de septiembre se ha reiniciado el flujo de combustible, y la red eléctrica funciona una media de 8 horas diarias, lo que, en palabras de Honauer “sigue siendo insuficiente para hacer frente a momento crítico, donde los cortes de electricidad están afectando gravemente al funcionamiento de las infraestructuras, incluidas las plantas de tratamiento de aguas residuales y de desalinización, lo que socava el acceso al agua segura y a sistemas de saneamiento”.

Además, los hospitales de Gaza se encuentran en una situación grave, donde “existe una falta alarmante de medicamentos esenciales y equipo médico básico, lo que afecta a su capacidad de responder adecuadamente a la pandemia” subraya.

Preocupación también en Cisjordania

Nuestra organización seguirá de cerca el impacto del segundo confinamiento de Israel [tres semanas a partir de este viernes], que afectará gravemente a los medios de vida de miles de palestinos que se enfrentarán a la dificultad, si no a la imposibilidad, de obtener ingresos y mantener sus trabajos. Las organizaciones humanitarias que trabajan en Cisjordania han alertado también del creciente entorno coercitivo en área C [zona bajo control civil y militar israelí], donde las demoliciones ilegales de infraestructuras palestinas han aumentado a una media de 65 mensuales entre marzo y agosto, siendo el dato más alto de los últimos cuatro años.

En acción contra la pandemia

Nuestro equipo ha priorizado la distribución de agua y kits de higiene como medidas de prevención frente a la pandemia, especialmente entre los hogares más vulnerables. Paralelamente hemos reforzado los sistemas de agua y saneamiento de algunas comunidades, proporcionando materiales de protección y desinfección en instituciones y organismos locales.

Trabajamos en Cisjordania desde 2002 y en la Franja de Gaza desde 2005, siendo una de las organizaciones más activas en la región, proporcionando higiene, protección y medios de vida a las poblaciones que más lo necesitan. Nuestra ayuda llega a 170 000 personas con un equipo de 66 profesionales humanitarios.

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