El sector hortofrutícola español, ahora más que nunca, tiene que tener como principal prioridad conseguir la apertura del mercado ruso, un mercado que lamentablemente está cerrado desde 2014, y que como consecuencia de las nulas gestiones diplomáticas de nuestros políticos europeos, no se ha conseguido volver a abrir.
Resulta increíble, que hayan transcurrido seis años desde que se impuso el veto ruso a nuestras frutas y hortalizas, y que no se hayan realizado gestiones diplomáticas para su inminente reapertura. Rusia, ha sido y seguirá siendo, un gran mercado para nuestros productos hortofrutícolas, y tenemos la obligación, de trabajar intensamente para conseguir que vuelva a estar abierto, al menos, para el sector hortofrutícola español.
Es indudable, que Rusia ha sido un país hermanado con España, y aprovechando esas magníficas relaciones que siempre ha tenido, es vital establecer unas excelentes relaciones diplomáticas para terminar con el "odioso veto ruso", que tanto daño ha hecho a nuestro sector en su conjunto.
Es evidente, que los políticos españoles y europeos, no ha hecho suficiente para conseguir que el mercado ruso vuelva a abrirse a nuestros productos, pero debe ser nuestro sector, y sus organizaciones más representativas, quienes trabajen con intensidad para que podamos volver a exportar nuestros productos al citado mercado. En estos momentos, debido a la crisis sanitaria del Coronavirus COVID 19, es de máxima importancia que este mercado vuelva a abrirse, pues es muy atractivo desde el punto de vista comercial, y complementario a otros muchos mercados, como Asia o Emiratos Árabes, por citar algunos.
El mercado ruso siempre ha transmitido a este sector confianza y seguridad, pues son muy serios en sus relaciones comerciales, además valoran muchísimo la calidad de nuestras frutas y hortalizas, tienen un extraordinario Potencial de consumo por su extenso territorio y por sus muchos millones de habitantes. Cuando lo recuperamos, vamos a mejorar nuestra rentabilidad comercial en todos los sentidos.
Por ende, desde estas líneas quiero subrayar que no debemos perder más tiempo, y hacer todos los esfuerzos junto a los gobernantes europeos, para conseguir lo antes posible la reapertura de Rusia, un mercado que es mucho más importante de lo que nos podemos imaginar, y que nunca debimos perder.