El Tribunal de Cuentas Europeo ha dado su visto bueno a todas las empresas comunes de la UE: emite una opinión sin reservas sobre sus operaciones financieras y confirma los resultados positivos logrados en ejercicios precedentes
Las empresas comunes son las asociaciones público-privadas de la UE con la industria, los grupos de investigación y los Estados miembros que se crearon para ejecutar proyectos y políticas específicos en el ámbito de la investigación y la innovación. Actualmente, siete empresas comunes realizan actividades específicas en el marco de Horizonte 2020, mientras que la Empresa Común Fusion for Energy (F4E) se creó para participar en el proyecto del reactor termonuclear experimental internacional (ITER). Como socio del sector público, la UE contribuyó en 2018 con 2 200 millones de euros al presupuesto de las empresas comunes de ese mismo año, lo que equivale aproximadamente a un 1,5 % del presupuesto total de la Unión. Los socios privados aportan contribuciones en especie a las actividades operativas y en efectivo a los gastos administrativos. Las empresas comunes conceden financiación principalmente a través de convocatorias abiertas de propuestas.
«Las empresas comunes pueden mejorar el vínculo entre la investigación y el crecimiento social, así como acercar la innovación al mercado», afirma Ildikó Gáll-Pelcz, Miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable de la auditoría. «En su auditoría relativa al ejercicio 2018, el Tribunal confirma que la gestión financiera de las empresas comunes es adecuada, aunque formula observaciones para indicar aspectos que pueden mejorarse de las contribuciones en especie, el control interno, la gestión de subvenciones y la rotación del personal».
Los auditores han aprobado las cuentas de las ocho empresas comunes y han emitido opiniones sin reservas sobre la legalidad y la regularidad de sus operaciones de pagos e ingresos. Según los auditores, los controles internos sobre los pagos fueron eficaces en general y mantuvieron el porcentaje de error por debajo del umbral de materialidad (2 %), aunque varias empresas todavía presentaban insuficiencias en sus procedimientos de contratación pública, de subvenciones y de selección de personal.
En cuanto al cierre del anterior programa marco de investigación e innovación (el Séptimo Programa Marco o 7PM) y del programa de redes transeuropeas de transporte (RTE-T), las empresas comunes han logrado un alto porcentaje de ejecución de los proyectos, y las contribuciones de los socios privados también han sido elevadas (89 % de los objetivos fijados por los Reglamentos de base de las empresas comunes). Sin embargo, en la fase intermedia del actual programa Horizonte 2020, se ha retrasado su ejecución y deben realizarse aún más esfuerzos para lograr los objetivos acordados (hasta la fecha solo se ha ejecutado un 40 % de Horizonte 2020 y de las actividades complementarias relacionadas).
Los auditores también subrayan la contribución de la UE al proyecto de fusión nuclear del ITER, que presenta el riesgo de que sigan aumentando los costes y los retrasos en la ejecución con respecto a las bases de referencia actualmente vigentes.