El Alcalde propone en su Pregón una visión íntima y llena de color e historia de las Fiestas de Moros y Cristianos
El Alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, ha pronunciado esta tarde el Pregón de las Fiestas de Moros y Cristianos 2008, en una emotiva ceremonia celebrada en el Palacio del Almudí. De forma excepcional, por la celebración del 25º Aniversario de la Fiesta, el Alcalde se convierte en el primer murciano que tiene el honor de ser nombrado por segunda vez para pregonar estas fiestas.
El acto, que ha tenido como escenario la sala de columnas del Palacio, también ha incluido varias actuaciones musicales, entre las que han destacado el ballet de la Kabila Aben Mardenix, ‘Rey Lobo’ y la Asociación de Amigos de la Gaita, cuyos integrantes han deleitado al numeroso público con la interpretación de una Cantiga de Alfonso X.
El Alcalde ha propuesto un sentido recorrido por la historia de la ciudad y su fundación, de sus principales protagonistas históricos y del gran valor festero y antropológico de que disfrutan estas entrañables fiestas. Entre otras estrofas, Cámara ha querido abrir el inicio de las fiestas ordenando que “resuenen los timbales, y que suspiren las gaitas, que atronen los arcabuces, y respondan espindargas, inunde el olor a pólvora, vega tan mora y cristiana, mora de acequias y huertos, cristiana por la Arrixaca”.
El primer Edil ha explicado que contempla “con alegría desde esta atalaya privilegiada del mundo que es Murcia los 25 primeros años de la historia de nuestros Moros y Cristianos. Ha sido un tiempo de cambio, de profunda transformación de la ciudad y de la propia Fiesta, que ha visto crecer el campamento hasta volverse cada vez más concurrido y florido, que ha disfrutado de la incorporación a los actos de la Entrada y la Entrega de Llaves, en las también remodeladas plazas de Apóstoles, primero, y luego Belluga. Desde el Ayuntamiento que presido siempre he tenido presente que el apoyo y aliento a cuantos hacéis posible la fiesta es una prioridad absoluta, lo que ha permitido la entrega de una sede a la Federación de Moros y Cristianos”.
Una estrecha relación
Miguel Ángel Cámara ha destacado en su Pregón la intensa relación que le une con los Moros y Cristianos y ha recordado que “este año celebramos el 25º aniversario de la creación de estas fiestas. Parece que fue ayer, pero han pasado 25 años desde que un grupo de murcianos entusiastas y amantes de nuestra historia decidieron impulsar un proyecto tan ilusionante y novedoso que pronto recibió el aplauso de todos los ciudadanos. Por ello, celebrar ahora el 25º Aniversario de la celebración de las fiestas de Moros y Cristianos nos permite echar la vista atrás y degustar que ha merecido la pena llegar hasta aquí”.
En un Pregón cuajado de poesía, Cámara ha propuesto un sentido recorrido por la historia de la ciudad y de la fiesta, y ha recordado a quienes ya no se encuentran entre nosotros, como Pepe Maylín o Juan José Capel. Entre los versos pronunciados se encuentran los siguientes:
¡Ay Cora de Todmir,
Ay Mursiya de alaracas,
De tierras de aguas puras
Que emergían de tus entrañas
Quién supiera dónde escondes
El caudal que atesorabas
Para aliviar la sequía
Que a nuestra huerta atenaza
El Alcalde ha añadido que “después de tantos años participando en la Fiesta, he aprendido a emocionarme con el Desfile de la Entrada, a sentirme orgulloso al contemplar la fundación de Mursiya y a comprender la herencia cultural que poseemos y que bien se representa con la entrada del Infante Alfonso de Castilla y la posterior Entrega de llaves de la ciudad”.
Miguel Ángel Cámara también señaló que “hace ahora diez años que mi voz se alzó para pregonar estas fiestas. Y es de justicia afirmar que hoy aprovecho la ocasión para suscribir cuanto aquella hermosa noche tuve el honor de anunciar”. El Alcalde recordó que el paso del tiempo “me ha convencido de que cuando el cielo murciano se ve sorprendido por las notas cadenciosas de las marchas moras y las aguerridas marchas cristianas, cuando las mesnadas y kábilas toman cuerpo en los festeros murcianos, cuando el Infante Alfonso de Castilla y el Rey Aben Hud de Mursiya se reencarnan año tras año por ese milagro de la Fiesta, por ese sueño de hacer posible lo imposible, han pasado muchos días de sacrificio, de trabajo, de nervios, de entrega, de generosa entrega que nos exige lo mejor que tenemos como espectadores: el aplauso”.