El director general de Promoción de la Cultura y el Libro, Francisco Giménez, presentó hoy el Privilegio de Villazgo del municipio de Fortuna, conocido como la Carta Puebla, que ha sido intervenido por el Laboratorio de Restauración del Papel del Archivo General. El acta se expondrá desde hoy y hasta el 7 de abril en la ermita de San Roque, lugar donde se firmó la Carta Puebla. Además, se han organizado talleres, charlas y conciertos que ahondarán en la historia del municipio.

El documento es un testimonio notarial de la concesión del villazgo o jurisdicción real realizada en 1628 a Fortuna, que hasta entonces era un lugar dependiente de la ciudad de Murcia.

Se trata de un libro manuscrito, encuadernado en pergamino, que data de 1731 a 1798, y consta de 153 hojas que incluyen el traslado de una Real Provisión de Felipe IV en la que concede jurisdicción y término propios a favor de los moradores de Fortuna, así como el posterior expediente de delimitación del término municipal y de constitución del Ayuntamiento, que son la consecuencia del cumplimiento de la citada Real Provisión.

El privilegio restaurado es, por lo tanto, una fuente de información de interés para Fortuna y para los municipios colindantes, y guarda una estrecha relación con la identidad de este municipio: los famosos baños, el accidentado territorio de su término municipal, los apellidos de las familias que poblaron la localidad en aquella época, entre otros; todo ello constituye una referencia histórica que permanece viva en el presente.

La intervención fue dirigida esencialmente a la neutralización de todos los factores causantes de la degradación y a la recuperación de la integridad tanto física como funcional de la obra.

Laboratorio de Restauración de Papel

La Consejería de Cultura cuenta con el servicio de restauración de documentos históricos a través del laboratorio instalado en el Archivo General desde el año 2007. El director general de Promoción de la Cultura y el Libro resaltó "la importancia de este servicio que está restaurando el rico patrimonio documental y bibliográfico regional". En este sentido, apuntó que se está trabajando para que los municipios puedan tener sus documentos en perfecto estado "pues es parte importante de nuestra historia".

Durante la puesta en marcha del Laboratorio han sido ya restauradas 720 piezas conservadas en diferentes soportes y formatos (esencialmente pergaminos, papel, libros manuscritos y fotografías), lo que ha supuesto recuperar para el patrimonio 19.268 hojas o folios de documentos históricos, cuyo alto grado de deterioro hacía peligrar su conservación para las futuras generaciones.

De esta forma, han sido tratados privilegios rodados en pergamino de época medieval, protocolos notariales del siglo XVI, planos antiguos de términos municipales o libros de gran formato e importancia como el atlas de Blaeu (siglo XVII).