
Tras años atrapada en deudas originadas por un negocio fallido, la Ley de Segunda Oportunidad permite a esta madre divorciada salir de una espiral de deudas
Sin Deuda Group ha logrado la cancelación de una deuda de 139.000 euros mediante la Ley de Segunda Oportunidad, en el caso de una madre que se vio atrapada en una situación de sobreendeudamiento tras el fracaso de un proyecto empresarial familiar. Aunque contaba con un empleo estable, la carga financiera deterioró seriamente su equilibrio económico y personal. Hoy, gracias al respaldo de la justicia y al acompañamiento legal del equipo de expertos, ha conseguido cerrar esa etapa y comenzar de nuevo.
La deuda se originó entre 2001 y 2003, cuando solicitó varios préstamos para respaldar un negocio que finalmente no prosperó. A esta dificultad se sumó una ruptura personal que la dejó como única responsable de las obligaciones financieras, sin más recursos que su propio salario para sacar adelante a su familia. “Acepté que iba a estar endeudada de por vida; vivía en la oscuridad, sin ver una salida”, recuerda al describir aquellos años.
Aunque logró incorporarse al mercado laboral en 2003, sus ingresos resultaban insuficientes para hacer frente a las cuotas de los préstamos, cubrir las necesidades básicas del hogar y afrontar, más adelante, los costes judiciales derivados de las reclamaciones de los acreedores. La situación se volvió aún más insostenible al tener que apoyar económicamente a su hija mayor, que reside fuera del país.
Finalmente, y tras la recomendación de un familiar, decidió dar el paso y ponerse en manos de Sin Deuda Group. “Me costó muchísimo tomar la decisión, porque significaba revivir todo lo que había pasado. Pero gracias al equipo encontré el asesoramiento y el apoyo necesarios para enfrentar aquello que había estado evitando durante años”, comenta.
Los expertos de Sin Deuda Group explican que este caso representa el perfil habitual de quienes recurren a la Ley de Segunda Oportunidad: “El fracaso de un negocio o una situación familiar complicada pueden desencadenar una espiral de deuda que parece interminable. Nuestro trabajo es acompañar a quienes atraviesan ese camino y ayudarles a empezar de nuevo”.
El procedimiento cumplía con todos los requisitos legales, incluido el intento de alcanzar un acuerdo con los acreedores. Finalmente, la justicia autorizó la exoneración total de la deuda. La protagonista del caso anima a quienes se encuentran en una situación similar a dar el paso: “Si te ves como yo me vi, no pienses que no hay solución. Sin Deuda Group me ayudó a recuperar mi vida. Ahora sé que sí se puede”.