
Como es imposible decantarse en estas fechas por un destino u otro, Grupo RV EDIPRESS, Agencia de Comunicación especializada en comunicación turística, desvela algunas recomendaciones para que la próxima escapada de Semana Santa sea una experiencia que vaya mucho más allá de lo emocional. Quedan muchos destinos en España que descubrir. Cientos de pueblos y comarcas con tradiciones arraigadas que merece la pena conocer y admirar.
Llerena en Semana Santa hace alarde de su riquísimo patrimonio artístico, cultural y gastronómico, en una conjunción de tradiciones mantenidas en el seno de las cofradías de rancio abolengo, insistentemente demostrado en sus títulos y dignidades; de arte vivo, en contacto con el pueblo al desfilar los pasos por las calles, derroche de fiesta y colorido, plenitud de olores y sabores que inundan los sentidos.
Coria y su Casco Histórico, con sus calles empedradas y su vetusta Muralla Romana, se convierte durante la Semana Santa en un decorado natural que evoca la mítica Jerusalén. Aquí, cada rincón parece susurrar siglos de historia, mientras las procesiones avanzan con solemnidad, acompañadas por el eco de tambores y el murmullo de oraciones. Las cofradías, ataviadas con sus hábitos tradicionales, portan pasos de una belleza artística deslumbrante, tallados en madera con una maestría que desafía el tiempo.
La Semana Santa de Jerez de los Caballeros se sustenta en ocho cofradías centenarias, cada una con su propia identidad y su legado de siglos. Estas hermandades, fundadas en su mayoría entre los siglos XVIII y XIX, son guardianas de una tradición que se transmite de generación en generación. El patrimonio artístico de la Semana Santa jerezana es sencillamente deslumbrante. Las imágenes que desfilan por las calles son obras maestras de la imaginería española, creadas por nombres como Sebastián Santos, Castillo Lastrucci o Álvarez Duarte. Estas tallas, muchas de ellas centenarias, no son solo esculturas: son expresiones de dolor, de esperanza, de amor y de fe.
Hay momentos en la Semana Santa de Aranda de Duero que la convierten en imprescindible para devotos o simples amantes de la cultura y las tradiciones. ‘La Bajada del Ángel’, orgullo de los arandinos, explica muy bien su fervor y amor por estas fechas. Toda la plaza a los pies de la Iglesia de Santa María conteniendo el aliento mientras la Virgen, cubierta con un velo negro, espera la llegada de un Ángel, encarnado por un niño o niña de apenas tres o cuatro años, que desciende desde siete metros de altura. Retira el velo, se encuentra con su hijo Resucitado, y la plaza estalla en júbilo y, por un momento, el tiempo parece detenerse.
La Ruta del Tambor y Bombo es una de las manifestaciones más vibrantes y profundas de la Semana Santa en España. Este itinerario, que recorre varios pueblos de la provincia de Teruel, une tradición, fe y cultura en una experiencia única, donde el sonido grave de los tambores y bombos resuena como un eco atávico que conmueve el alma. Cada localidad, con sus peculiaridades, contribuye a tejer un mosaico de devoción y arte que trasciende lo religioso para convertirse en un fenómeno identitario y turístico de primer orden.
Nada define mejor la Semana Santa de Baena que el sonido incesante de los tambores. Un redoble que no solo marca el ritmo de las procesiones, sino que parece emular el latido mismo de una ciudad entregada a su tradición. El toque del tambor no es un simple acompañamiento musical, es un lenguaje propio, un código de emociones que transporta a baenenses y forasteros a un universo donde el tiempo se detiene y la pasión se transforma en sonido. Las turbas de judíos, divididas en colinegros y coliblancos, son el alma sonora de esta celebración. Con una cadencia inconfundible, recorren las calles acompañando el transcurrir de las cofradías. Cada procesión es un retablo viviente donde el color de las colas, la solemnidad de las vestimentas y el estruendo acompasado de los tambores crean una estampa que perdura en la memoria de quienes tienen el privilegio de presenciarla.
La Semana Santa en Castilla-La Mancha es una de las manifestaciones culturales y religiosas más profundas y auténticas de España. Declarada de Interés Turístico Internacional en varias localidades, esta celebración combina solemnidad, arte y tradición en un mosaico de emociones que reflejan la identidad de esta tierra. Agramón, Villarrobledo, Tobarra, Hellín, La Roda o El Bonillo, solo por citar algunos ejemplos, son lugares donde vibrar con unas fiestas donde los sentimientos están a flor de piel.
Recorrer todos estos destinos es un privilegio. Hacerlo, además, acompañado por una aplicación que permite maximizar la experiencia mediante audiopodcast geolocalizados, es una obligación. Loquis, la primera plataforma de podcast de viajes, va desgranando al viajero en tiempo real los secretos de los rincones y tradiciones mientras los descubre en una visita emocional y cautivadora.