En un mundo cada vez más globalizado, la capacidad de comunicarse en diferentes idiomas y entender culturas diversas se ha convertido en una herramienta clave para el desarrollo personal y profesional. International Education Advisor, bajo la dirección de Daniela Platt y Ana Paula Pinheiro, se ha establecido como un referente en la asesoría de programas educativos en el extranjero. Con una profunda convicción en el poder transformador de estas experiencias, las directoras han guiado a familias de diversos países en la elección de programas que no solo mejoran habilidades lingüísticas, sino que también fomentan valores como el liderazgo, la confianza y la resiliencia.
En este contexto, aprender inglés en el extranjero no solo significa dominar un idioma, sino desarrollar competencias que forjan un futuro brillante y global. En esta entrevista, las directoras comparten su visión sobre el impacto que tienen estas experiencias en la vida de los estudiantes y cómo han ayudado a transformar la trayectoria de jóvenes como Martín e Irene.
¿Qué fue lo que inspiró la creación de International Education Advisor y qué hace que su enfoque sea único?
Daniela: La inspiración para International Education Advisor vino de nuestras propias experiencias de vivir y estudiar en el extranjero. Ambas hemos visto de primera mano el impacto transformador que estas oportunidades tienen en la vida de las personas, y queríamos compartir ese regalo con otras familias.
Ana Paula: Nuestro enfoque es único porque no se trata solo de elegir un programa, sino de acompañar a las familias y a los estudiantes en cada paso del camino. Nuestro método de 7 pasos asegura que la experiencia sea personalizada, segura y enriquecedora. Lo que más nos importa es que cada estudiante regrese con una nueva versión de sí mismo, más confiada y preparada para el mundo.
¿Qué valores consideran esenciales para quienes deciden embarcarse en una experiencia educativa en el extranjero?
Ana Paula: Curiosidad, valentía y una mentalidad abierta. Para aprovechar al máximo estas experiencias, los estudiantes deben estar dispuestos a salir de su zona de confort, aceptar nuevas ideas y aprender tanto de los desafíos como de los triunfos.
Daniela: También es esencial la resiliencia. No siempre es fácil adaptarse a un nuevo entorno, pero es en esos momentos donde realmente se crece. Y claro, el compromiso, tanto de los estudiantes como de las familias, es clave para hacer de esta experiencia algo transformador.
En su experiencia, ¿cómo transforman los programas de idiomas en el extranjero a los estudiantes más allá del aprendizaje del idioma?
Daniela: Los programas de idiomas en el extranjero son mucho más que aprender vocabulario y gramática; son oportunidades para descubrir el mundo y, lo más importante, descubrirse a uno mismo. Al enfrentarse a nuevos entornos, culturas y desafíos, los estudiantes desarrollan habilidades como la resiliencia, la adaptabilidad y una confianza que los prepara para cualquier escenario.
Ana Paula: Además, amplían su perspectiva del mundo. Regresan con una mayor comprensión de otras culturas y, lo más importante, con una mejor versión de sí mismos. Como decimos: aprender inglés no es sobre gramática, es sobre liderazgo.
¿Podrían hablarnos sobre casos específicos, como el del Dr. Martín Suárez, y el impacto que tuvo el campamento de fútbol del Chelsea en su hijo?
Daniela: El Dr. Martín Suárez envió a su hijo desde Bogotá al campamento del Club de Fútbol del Chelsea, en Inglaterra y fue un placer escuchar su experiencia. Nos compartió en un video cómo su hijo regresó no solo con un inglés mejorado y una técnica de fútbol más refinada, sino también con un nivel de disciplina y responsabilidad que marcó la diferencia en su comportamiento diario.
Ana Paula: Esos cambios son los que hacen que este trabajo sea tan gratificante. Ayudamos a los jóvenes a crecer en todos los aspectos de su vida, no solo en sus habilidades deportivas o académicas.
Otro caso destacado es el de Irene y su experiencia en el campamento de negocios en Londres. ¿Qué aprendió de esta experiencia y cómo la transformó?
Ana Paula: Irene vivió una experiencia increíble en el campamento de negocios en Londres. Uno de los retos más emocionantes fue idear un proyecto de negocio, y su propuesta fue seleccionada como la mejor de todo el grupo. Eso ya es un logro enorme, pero lo mejor vino después.
Daniela: Como resultado, tuvo que presentar su proyecto frente a todos los demás participantes, lo cual no solo fue un gran desafío, sino también una oportunidad para desarrollar confianza y habilidades de liderazgo. Además, como parte del programa, visitaron las oficinas headquarters de Revolut en Londres, lo que fue la guinda del pastel. El ver de cerca cómo opera una empresa tan innovadora sirve de inspiración a los jóvenes y les inspira para su futuro.
En su opinión, ¿qué habilidades blandas, además de las lingüísticas, se fortalecen al participar en programas como estos?
Ana Paula: Habilidades como la autoconfianza, la inteligencia emocional y la capacidad para trabajar en equipo en un entorno diverso son clave. Estas experiencias les enseñan a navegar diferencias culturales, a resolver problemas en tiempo real y a comunicarse de forma efectiva, incluso cuando las palabras no alcanzan.
Daniela: También desarrollan un pensamiento más crítico y global. Vivir fuera de su zona de confort les obliga a crecer y a ver el mundo desde múltiples perspectivas, algo esencial en el mundo actual.
¿Cómo se aborda el desafío de generar confianza en las familias que consideran enviar a sus hijos al extranjero?
Daniela: Con empatía y experiencia. Sabemos lo que significa querer darles a tus hijos lo mejor y, al mismo tiempo, tener miedo de soltarlos. Por eso, trabajamos con nuestro método de 7 pasos de International Education Advisor (IEA), que guía a las familias desde el momento en que surge la idea de estudiar en el extranjero hasta que el estudiante regresa. Este enfoque garantiza claridad, seguridad y apoyo en cada etapa.
Ana Paula: También compartimos historias reales de otros padres que estuvieron en su lugar y vieron resultados increíbles en sus hijos. Y les recordamos que estas experiencias están diseñadas para cuidar tanto de los estudiantes como de las familias. Entendemos que enviar a un hijo al extranjero es un gran paso, y nos aseguramos de que las familias sientan que no están solas en el proceso.
¿Qué papel juegan las visitas culturales y empresariales, como la de las oficinas de Revolut en Londres, en la formación integral de los estudiantes?
Ana Paula: Estas visitas son fundamentales. Les muestran cómo se aplican las ideas que aprenden en el aula en el mundo real y los inspiran a pensar en grande.
Daniela: También conectan a los estudiantes con su futuro profesional, ayudándoles a imaginarse en roles de liderazgo o innovación. Estas experiencias son las que encienden esa chispa de "yo también puedo".
¿Qué impacto creen que tienen estas experiencias en la trayectoria profesional futura de los jóvenes?
Daniela: Estas experiencias les dan una ventaja competitiva enorme. Los preparan para un mercado laboral globalizado. Haber vivido en otro país, aprendido un idioma y trabajado con personas de diferentes culturas demuestra habilidades que las empresas buscan activamente.
Ana Paula: Pero más allá de lo profesional, los prepara para la vida. Salen con una mentalidad global, con la capacidad de liderar y con la certeza de que son capaces de superar cualquier reto. Eso les da una ventaja que ningún curso tradicional puede igualar.
Si pudieran describir en una frase el valor de estudiar idiomas en el extranjero, ¿cuál sería?
Daniela: Estudiar idiomas en el extranjero no solo abre puertas, transforma vidas.
Ana Paula: Y añade algo más: te prepara para enfrentar el mundo con confianza y un propósito claro.
Con historias de éxito como las de Martín e Irene, queda claro que estudiar idiomas en el extranjero va más allá de las aulas y los libros de texto. Es una oportunidad para descubrir el propio potencial, enfrentarse a nuevos desafíos y construir una narrativa personal enriquecedora. International Education Advisor no solo asesora, sino que transforma vidas al conectar a familias y estudiantes con experiencias únicas. En este sentido, aprender inglés en el extranjero no solo abre puertas, sino que también se convierte en un catalizador para el desarrollo personal, profesional y cultural que marca la diferencia en un mundo globalizado.