Ozempic, Hydrea y Colpotrofin son los medicamentos con mayor aumento en los reportes de faltas desde las farmacias en el último mes.
La escasez de medicamentos para el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ha generado una crisis que afecta a miles de familias en toda España. El epicentro de este problema es el medicamento Concerta, uno de los más utilizados para tratar el TDAH. Su falta de disponibilidad ha disparado la demanda de otros fármacos de este grupo, agravando aún más la situación.
Según un estudio reciente de la Red Digital de Farmacias LUDA Partners, especializada en la localización en tiempo real de medicamentos desabastecidos, revela que los pacientes con TDAH han superado en incidencias a los de diabetes, un grupo que, hasta ahora, ha encabezado las listas de problemas de suministro. Desde marzo, las dificultades para acceder a medicamentos para el TDAH han ido en aumento, alcanzando su punto máximo en octubre. No obstante, noviembre marcó un descenso en las notificaciones de faltas, con una reducción del 23%, respecto al mes anterior.
Aunque las causas exactas del problema aún no han sido confirmadas oficialmente, los farmacéuticos de la red LUDA apuntan a la falta de materias primas como uno de los factores clave. "El metilfenidato, principio activo de Concerta, es esencial en la formulación de varios tratamientos para el TDAH, y su escasez está afectando directamente a la disponibilidad de estos. Además, los cambios en las prescripciones también han incrementado la presión sobre otros fármacos del mismo grupo terapéutico".
Ante la falta de Concerta, muchas familias se han visto obligadas a buscar alternativas, lo que ha aumentado notablemente la demanda de otros medicamentos. Este informe revela que fármacos como Equasym han experimentado un aumento del 600% en las notificaciones de faltas, mientras que otros como Elvanse y Strattera han visto incrementos del 202% y 192%, respectivamente en el último mes. Además, medicamentos como Atenza, Medikinet, Rubicrono y Rubifen también han registrado aumentos significativos en las incidencias.
Los farmacéuticos advierten de que la interrupción abrupta de estos tratamientos puede tener graves consecuencias para los pacientes, como el empeoramiento de los síntomas del TDAH, un aumento de la ansiedad e incluso la aparición de síntomas depresivos. "Los psicoestimulantes como el metilfenidato afectan a los neurotransmisores en el cerebro, y su discontinuidad puede generar desequilibrios en el estado emocional y conductual".
Aunque la falta de toma puede no generar efectos inmediatos o visibles, "la adherencia es fundamental en todos los medicamentos, pero especialmente en estos casos". Los farmacéuticos subrayan la necesidad de buscar soluciones que aseguren la continuidad del tratamiento, como "la localización de los fármacos, a través de herramientas como LUDA; el reajuste de las pautas posológicas, la utilización de formas de liberación no prolongada o incluso recurrir a la formulación magistral cuando sea necesario".
A pesar de que el TDAH es uno de los grupos terapéuticos más afectados por el desabastecimiento, no es el único. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha informado que más de 750 presentaciones de medicamentos tienen problemas de suministro en el país. Entre los fármacos que han experimentado un aumento significativo en los reportes de faltas por parte de la red LUDA , en el último mes, se encuentran Ozempic, utilizado para tratar la diabetes; Hydrea, destinado al tratamiento del cáncer de cuello uterino; y Colpotrofin, empleado en el manejo de los síntomas de la menopausia.
La farmacia confía en la tecnología para paliar el problema
Ante esta situación, cada vez más farmacéuticos en España recurren a herramientas tecnológicas como LUDA, una plataforma que les permite localizar medicamentos de manera inmediata. Esta red facilita que, si un paciente no encuentra su medicación en una farmacia, el farmacéutico pueda, con un simple clic, localizar la botica más cercana que disponga del tratamiento necesario. De esta manera, se evita el conocido "peregrinaje" de los pacientes entre diferentes farmacias en busca de sus medicamentos.
Esta herramienta se ha convertido en una aliada para mitigar los problemas de desabastecimiento desde la farmacia, dando tiempo a los laboratorios para incrementar la producción y evitando la saturación de consultas médicas por la necesidad de cambiar de receta. La tecnología juega así un papel fundamental para aliviar la presión sobre el sistema de salud y asegurar, en la medida de lo posible, que los pacientes reciban el tratamiento prescrito.