En un mundo donde constantemente se enfrentan demandas y expectativas, aprender a decir "no" es un acto de autocuidado y empoderamiento. Establecer límites saludables no solo protege la salud mental, sino que también permite priorizar las verdaderas necesidades y objetivos.
Decir "no" no significa ser egoísta, sino reconocer las capacidades y respetar el tiempo, que es el más valioso de los recursos. Sin embargo, muchas personas luchan con la culpa al negarse, temiendo decepcionar o dañar relaciones. La clave para superar este obstáculo radica en adoptar una comunicación asertiva, clara y empática.
Hay que aprovechar esta ocasión para resignificar el concepto de egoísmo. Un egoísta no es la persona que piensa en sí misma y quiere lo mejor para sí: eso se llama autoamor y autocuidado. Un egoísta es la persona que es capaz de manipular a otros para conseguir algo en su propio interés, olvidando el interés del otro. A veces su propio interés no tiene que ver con lo económico, sino con no querer sufrir. Un ejemplo, sería una madre que se enfada porque su hijo llega de madrugada, solo porque ella sufre.
Volviendo al poder del “no” te invitamos a imaginar que un compañero de trabajo te pide asumir un proyecto adicional cuando ya estás sobrecargado. En lugar de aceptar por compromiso, se recomienda probar con frases como: "Aprecio que confíes en mí, pero ahora mismo tengo otras prioridades. ¿Podemos buscar una solución juntos?". Este enfoque no solo establece un límite, sino que también demuestra colaboración.
En el ámbito personal, amigos o familiares pueden exigir tiempo que no se puede ofrecer. En estas situaciones, responder con firmeza y amabilidad: "Me encantaría ayudarte, pero necesito enfocarme en mi bienestar esta vez. Gracias por respetar mi decisión".
El "no" asertivo funciona mejor cuando es acompañado de lenguaje corporal coherente: contacto visual, postura erguida y un tono sereno. Esto refuerza el mensaje y evita malentendidos.
Aprender a decir "no" no significa dejar de decir "sí", significa sentirse libre para usar cualquiera de las dos respuestas. Priorizarse uno mismo significa reconocer que no se puede estar en todos lados ni cumplir con todo y con todos siempre. Decir "no" abre espacio para actividades, relaciones y proyectos alineados con tus valores y metas. Con práctica, uno descubre que este simple acto no solo fortalece la autoestima, sino que también mejora las relaciones, al fomentar dinámicas más auténticas y respetuosas.
Atreverse a usar el poder del "no" significa recordar que: el bienestar interior no es negociable.
Gema Martíz, Coach Senior. Experta en relaciones y Directora de Espacio Argenta.