Impacto y duración del "efecto Black Friday" en las bolsas

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Los analistas de Freedom24 indican que el rendimiento inmediato tras el Black Friday puede servir de barómetro para los meses siguientes: si el índice S&P 500 sube un 1% o más en la semana posterior, suele producirse una rentabilidad media del 3,9% en los tres meses siguientes. Por el contrario, si hay un retroceso en el S&P, este suele traducirse en una caída del 4,6% de la rentabilidad media después. Esta correlación sugiere que las fuertes ventas del Black Friday pueden influir positivamente en la confianza del mercado y provocar un crecimiento sostenido en los meses siguientes.

A corto plazo, el Black Friday suele provocar fuertes subidas de las cotizaciones bursátiles de las empresas de comercio minorista que registran fuertes ventas en este periodo. En 2023, las ventas del Black Friday alcanzaron la cifra récord de 9.800 $ millones, lo que impulsó la confianza del mercado por las acciones de estas empresas. Sin embargo, el lunes siguiente al Black Friday suele caracterizarse por la volatilidad, con pérdidas de alrededor del 0,23% de media. Esto sugiere que, si bien algunos sectores pueden ver cómo aumenta la cotización de sus valores, el mercado en su conjunto puede enfrentarse a una corrección a medida que los inversores adoptan una actitud más cautelosa.

La semana posterior suele ser positiva para los principales índices, como el S&P 500, que tiende a subir una media del 0,63%. Alrededor del 66% de los movimientos del mercado durante esta semana generan ganancias, lo que indica que el importante gasto de los consumidores suele impulsar la bolsa en sentido positivo, en general. Ciertos sectores tienden a mostrar un crecimiento constante a medida que aumenta la demanda durante la temporada de compras navideñas, ya que generan una parte significativa de sus ingresos anuales en esta época. Empresas como Amazon y Apple suelen beneficiarse de ello, ya que el precio de sus acciones refleja el aumento de las compras de los consumidores. Unas ventas navideñas fuertes pueden impulsar también a las empresas que ocupan nichos de mercado, estimulando al sector de bienes de consumo en su conjunto. Así, empresas de logística y mensajería que experimentan una mayor demanda durante la temporada festiva pueden aumentar sus existencias si gestionan esta demanda de manera eficaz.

Los inversores deben seguir de cerca los datos de ventas, ya que proporcionan información valiosa sobre las tendencias futuras del mercado que pueden ayudar a orientar las estrategias de inversión. Por ejemplo, las ventas minoristas en EE.UU. en el cuarto trimestre de 2023 mostraron diferentes tipos de contribución a distintas tipologías de empresas: tiendas dedicadas al ocio, entretenimiento y juguetes lideraron las ventas, con un aumento interanual del 34,5%, seguidas de los grandes almacenes con un aumento del 33,3% y de las tiendas de ropa con un aumento del 30,4%. En general, las ventas de comercio minorista crecieron un 26,8%, casi a la par que las tiendas de comestibles, que registraron un crecimiento del 26,3%.

Por lo que se refiere a efectos a largo plazo, el rendimiento inmediato tras el Black Friday puede servir de barómetro. Si el índice S&P 500 sube un 1% o más en la semana posterior, suele producirse una rentabilidad media del 3,9% en los tres meses siguientes. Por el contrario, si hay un retroceso, este suele traducirse en una caída del 4,6% de la rentabilidad media después. Esta correlación sugiere que las fuertes ventas del Black Friday pueden influir positivamente en la confianza del mercado y provocar un crecimiento sostenido en los meses siguientes. Además, las fuertes tendencias estacionales del cuarto trimestre, incluido el famoso «rally de Papá Noel», apoyan aún más el comportamiento positivo del mercado a medida que el año llega a su fin. Cuando las tendencias del gasto navideño superan las previsiones, aumenta la confianza de los inversores, lo que crea un «efecto halo» que apoya los precios de las acciones en estos sectores, lo que tiene un impacto positivo en el mercado. Por el contrario, unas cifras de ventas decepcionantes pueden hacer caer los precios de las acciones a medida que los inversores ajustan sus expectativas para el trimestre.

Desde una perspectiva económica, las fuertes ventas durante el Black Friday reflejan una confianza y un gasto sólidos por parte de los consumidores, lo que indica una salud económica más amplia. Esto podría estimular el crecimiento del PIB y sentar las bases para un crecimiento sostenido en el nuevo año. Las ventas navideñas y el comportamiento de los consumidores también impactan en la política de la Reserva Federal. Un fuerte gasto de los consumidores podría indicar que la economía está funcionando bien, lo que podría influir en sus decisiones sobre los tipos de interés. Si las ventas del Black Friday indican un fuerte crecimiento del PIB en el cuarto trimestre, pero la inflación se mantiene alta, podría llevar a mantener una política monetaria restrictiva, presionando al mercado. Por el contrario, un gasto moderado podría tranquilizar a los inversores en el sentido de que la inflación está bajo control, aliviando temores a unos tipos de interés elevados.

En conclusión, el Black Friday y la temporada festiva desempeñan un papel clave en las expectativas de beneficios del cuarto trimestre, influyendo en el comportamiento de los distintos sectores y repercutiendo en el crecimiento potencial más adelante en el año. Para los inversores, el periodo proporciona pistas tempranas sobre la resistencia de los consumidores y las tendencias económicas más generales, ayudando a informar tanto el posicionamiento a corto plazo como las estrategias de inversión a largo plazo. Mantener una cartera diversificada sigue siendo crucial, especialmente dada la volatilidad potencial que rodea a estos acontecimientos.

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