La gastronomía es, sin lugar a dudas, una de las señas de identidad de nuestro país. Vayamos a donde vayamos, viajemos a donde viajemos, dentro de nuestras fronteras no es extraño encontrarse con bares y restaurantes de carretera en los que, no sólo son perfectos para tomarnos un descanso y punto de partida para visitar los alrededores, sino que además podemos comer muy bien y disfrutar de una auténtica experiencia gourmet.

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Los Jardines de Despeñaperros (Santa Elena-Jaén)

Situado en la antigua N-4, vale la pena salirse un poco de la autovía en autocaravana para parar en este restaurante en plena naturaleza, en el Parque Natural de Despeñaperros. Con unas espectaculares e inmejorables vistas a la sierra, desde su terraza trasera y su comedor este restaurante es parada obligatoria si buscas disfrutar de una suculenta comida casera. Patatas a lo pobre, migas con perdiz escabechada o platos de caza son solo algunas de sus más ricas especialidades.

La Casona de Sanabria (Puebla de Sanabria-Zamora)

En la localidad zamorana de Puebla de Sanabria, en el kilómetro 83 de la Nacional 525, nos encontramos "La Casona de Sanabria". Un restaurante situado en el interior del complejo J-Enrimary y que es parada obligatoria para todo aquel que viaje por la A52, la autovía de las Rías Bajas que une Castilla y León con Galicia.

Setas, la famosa ternera sanabresa, la caza, los habones de Sanabria, con patente propia del restaurante son algunas de las especialidades de este establecimiento, que está a escasos 2 kilómetros del Castillo de los Condes de Benavente, Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España.

Aprisco de Puerto Lápice (Puerto Lápice-Ciudad Real)

En el corazón de La Mancha nos encontramos este restaurante familiar, que abrió sus puertas hace más de medio siglo, y que se distingue por sus platos tan manchegos como las migas de pastor, el queso frito, las gachas o el lechal asado.

Con su chimenea siempre encendida y uno de sus comedores que es un antiguo chozo, este restaurante era una antigua venta de queso manchego. Situado en el kilómetro 134 de la carretera de Andalucía, en la provincia de Ciudad Real, El Aprisco no pasa

desapercibido para los conductores, ya que se encuentra ubicado en una construcción de tipo castellano antiguo, pintada de blanco y azul añil.

Si hacemos parada en Puerto Lápice durante un viaje en furgoneta camper, es recomendable visitar el pueblo, considerado por muchos como uno de los más bonitos de Castilla La Mancha. Su Plaza Mayor, construida como un corral de comedias, es una visita imprescindible que no te puedes perder.

Restaurante Río Tinto (Porriño-Pontevedra)

En la tierra del porriñés más universal, el reconocido arquitecto Antonio Palacios, que este año conmemora el 150 aniversario de su nacimiento, se pueden visitar algunas de sus obras más emblemáticas como el Ayuntamiento, la Fonte do Cristo o la Botica Nova (residencia y establecimiento farmacéutico de José Palacios). Además, alberga también uno de los restaurantes mejor valorados por los que más viajan y que están acostumbrados a recorrer miles de kilómetros: los camioneros.

Muy cerca de Vigo, y ubicado en el Polígono Industrial A Granxa, Río Tinto nació en 1987 y destaca no sólo por su buena relación calidad-precio, si no también por la atención de su personal. Además de una gran variedad de menús del día, la carta del restaurante incluye una gran variedad de carnes y pescados como por ejemplo rodaballo, bacalao, pulpo, entre otros.

La Terrazita (Navalmoral de la Mata-Cáceres)

A las afueras de la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata se encuentra este restaurante que fusiona la tradición con la modernidad. Su carta destaca por sus carnes y pescados a la brasa, además del menú del día y menú degustación. Sin duda una alternativa perfecta si se viaja por tierras extremeñas. Su iglesia del siglo XVI, su Museo del Carnaval o rutas de senderismo por los alrededores, como las que recorren los encinares de Campo Arañuelo, son además algunos de los atractivos de la zona.