El Dr. Julio Berbel explica durante el Congreso del Aguacate cómo una mejor gobernanza y gestión del agua son el camino a seguir para gestionar mejor nuestros recursos naturales amenazados
Fotos: La Organización Mundial del Aguacate
La World Avocado Organization(WAO), la Asociación de Empresas Productoras y Exportadoras de Frutas y Hortalizas, Frutos Secos, Flores y Plantas de Andalucía, Asociafruit, la Asociación de Empresas Comercializadoras de Aguacates y Mangos, Aecan y Cooperativas Agro-Alimentarias celebraron el día previo al comienzo de Fruit attraction el Congreso Global del Aguacate, para contribuir en seguir posicionando este producto a nivel internacional.
En la mesa redonda sobre los agricultores y la agenda del agua, se contó con la participación de Julio Berbel, catedrático de economía agraria en la Universidad de Córdoba donde es jefe de Departamento y coordina el grupo de investigación 'WEARE' (Water, Environmental, Agriculture and Resource Economics). Un grupo de referencia en gestión medioambiental y bioeconomía, donde se ocupa principalmente de la gestión y la política del agua. En la actualidad también es consultor de la Comisión Europea ( en política de aguas) y de la Junta de Andalucía (comité de expertos en sequía), así como de algunas empresas públicas y privadas del sector del agua. También ha recibido el Premio Andalucía al logro medioambiental "Agua" año 2021.
"Los aguacates se han convertido injustamente en el chivo expiatorio en las discusiones emocionales sobre el uso del agua en la agricultura y el culpable de la sequía en España. Pero la realidad es muy diferente", expuso el Dr. Julio Berbel, experto en agricultura y agua y profesor de la Universidad de Córdoba, en el Congreso del Aguacate en la feria internacional Fruit Attraction en Madrid, el 7 de octubre de 2024.
"Los aguacates usan significativamente menos agua que muchos productos de origen animal. Es hora de reconocerlos como una opción sostenible en la transición hacia dietas ricas en plantas que benefician tanto a las personas como al planeta. Una mejor gobernanza y gestión del agua, incluyendo el uso controlado de aguas subterráneas, el riego, la reutilización de aguas residuales y la optimización del uso del agua mediante la desalinización y nuevas tecnologías innovadoras, son el camino a seguir para gestionar mejor nuestros recursos naturales amenazados".
Foto: La Organización Mundial del Aguacate
Con el cambio climático en el punto de mira a nivel global, la transición hacia dietas ricas en productos de origen vegetal se presenta como una solución crucial tanto para el sostenimiento del medio ambiente como para la salud humana. Incluso si mañana mismo eliminásemos el consumo de combustibles fósiles, no bastaría para alcanzar el objetivo de 1,5 °C de aumento de la temperatura global si no se producen cambios drásticos en la alimentación. El sector alimentario, particularmente la agricultura animal, es responsable de una parte significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Un cultivo en particular está desempeñando un papel clave en este cambio necesario: el aguacate. No solo es sabroso y saludable, sino que tiene un impacto ambiental significativamente menor en comparación con muchos productos de origen animal.
"Nuestro objetivo en la Organización Mundial del Aguacate (WAO) es crear un equilibrio armonioso entre satisfacer la necesidad de opciones de dietas más saludables, proteger el medio ambiente y mejorar las vidas de quienes participan en la producción de aguacates", comentó Zac Bard, presidente de la WAO. "El compromiso de la industria del aguacate para seguir reduciendo su huella hídrica y de carbono demuestra lo que es posible cuando la innovación y la sostenibilidad van de la mano. Ahora, depende de los gobiernos, la industria agrícola y los consumidores apoyar este cambio y, al hacerlo, generar un impacto duradero tanto en nuestros ecosistemas como en el sistema alimentario global".
Aunque el consumo de agua puede ser un tema polémico, la realidad es que los aguacates consumen aproximadamente la misma cantidad de agua que otras frutas y verduras, y mucha menor cantidad que muchos alimentos de gran consumo. Los estudios han demostrado que los aguacates tienen una huella hídrica promedio de alrededor de 800 litros por kilogramo y generan solo 2,4 kg de emisiones de CO2 por kilogramo. Los aguacates consumen entre 8 y 10 veces menos agua que la carne de vacuno, el chocolate y el café, y producen 25 veces menos gases de efecto invernadero que la carne de vacuno, 10 veces menos que el queso, y aproximadamente lo mismo que otras frutas.
Además, la industria del aguacate representa solo el 0,031% del comercio mundial de cultivos, lo que reduce aún más su impacto global. Solo representan entre el 4 y 5% de la producción mundial de frutas y verduras. En comparación con otros cultivos a gran escala como los plátanos, los aguacates son un jugador pequeño con una huella ecológica positiva.
Los árboles de aguacate son plantas perennes que ayudan a capturar carbono y fomentan la biodiversidad, lo que los convierte en una opción respetuosa con el medio ambiente para una agricultura sostenible. La industria del aguacate también es resistente y adaptable al cambio climático, con capacidad de cultivo en una variedad de climas en todo el mundo. A medida que la industria evoluciona, ha adoptado soluciones innovadoras como la tecnología de riego por goteo, la inteligencia artificial y sensores para reducir el uso de agua y mejorar la sostenibilidad.
El caso del aguacate en España
"Como es sabido, España es el país líder en producción de aguacate en Europa, y la zona donde se cultiva principalmente es el sur de Andalucía, cerca de la costa, donde el clima es subtropical. La principal zona de producción es la Axarquía, aunque se está produciendo una expansión en otras regiones como Valencia, Huelva y Cádiz. En la actualidad, la Axarquía sufre una sequía extrema, con una pluviometría en los últimos cinco años un 40% inferior a la media. " explica el Dr. Berbel, "La cuestión clave es si esta situación representa una sequía prolongada, característica del variable clima mediterráneo, o si señala un cambio estructural permanente impulsado por los efectos del calentamiento global. Yo preveo que la situación mejorará en los próximos años y volveremos a la normalidad de 2000-2010, que fue la base para la superficie de regadío actual."
"La solución a corto y largo plazo es mejorar la gobernanza" añade Berbel "Esto ya se ha aplicado con éxito en los acuíferos sobreasignados de España. La salida es crear un "órgano común de gestión" de los recursos integrados: superficiales, subterráneos, aguas residuales regeneradas y desalinizadas."