"La paciente acudió a nosotros porque tenía un síndrome genitourinario de la menopausia, y su síntoma principal era la atrofia y la sequedad vaginal que no le permitía mantener unas relaciones sexuales normales con su pareja", explica Juan Céspedes, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia de Policlínica Gipuzkoa
"Para las mujeres que padecen síntomas relacionados con la atrofia vaginal, como sequedad vaginal, pequeñas incontinencias urinarias, habitualmente ocasionadas por la menopausia y, en especial para aquellas mujeres que no han encontrado alivio con tratamientos convencionales, el tratamiento con láser CO2 ginecológico es una opción eficaz para mejorar su calidad de vida" explica el ginecólogo Juan Céspedes, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de Policlínica Gipuzkoa.
Como explica una de sus pacientes, que ha realizado el tratamiento con láser C02 vaginal en Policlínica Gipuzkoa: "Sufría de dolor pélvico, sequedad vaginal, relaciones dolorosas y picores, lo que hacía que la vida cotidiana resultara difícil". El ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa añade que "la paciente acudió a nosotros porque tenía un síndrome genitourinario de la menopausia, y su síntoma principal era la atrofia y la sequedad vaginal que no le permitía mantener unas relaciones sexuales normales con su pareja".
Antes de acudir al tratamiento con láser de CO2 ginecológico, la paciente intentó encontrar solución a su problema mediante fisioterapia orientada a la rehabilitación del suelo pélvico. Este tratamiento permite fortalecer los músculos de alrededor de la vejiga, la vagina, el periné y el recto. Lo realiza un fisioterapeuta especializado en problemas de vejiga, intestino y pelvis. El ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa, Juan Céspedes, añade que "la paciente también se había sometido a tratamientos previos que no habían sido exitosos, como cremas con estrógenos o cremas hidratantes".
Tras hablar con la paciente, explica que su deseo era "poder tener calidad de vida", y por ello acudió en busca de este nuevo tratamiento con láser de CO2 ginecológico en Policlínica Gipuzkoa. Juan Céspedes explica que "el láser de CO2 ginecológico es una nueva tecnología médica que actúa mediante la realización de microquemaduras en la mucosa vaginal. Estas microquemaduras, prácticamente imperceptibles para la paciente, obligan a la mucosa a regenerarse y a hipertrofiarse, es decir, a volverse más gruesa, ya que durante la menopausia y con la atrofia, la mucosa vaginal tiende a adelgazarse, lo que también disminuye el flujo vaginal".
Además, Céspedes señala que "el láser permite corregir principalmente la atrofia vaginal, la incontinencia urinaria leve y los síntomas derivados del prolapso de órganos pélvicos". Además, destaca que "también se utiliza para realizar pequeñas intervenciones, como la exéresis de condilomas, que son pequeñas verrugas en la zona vulvar, y para realizar ninfoplastias, que es la corrección de los labios menores en pacientes que los tienen muy grandes".
Procedimiento
El jefe del servicio de Ginecología de Policlínica Gipuzkoa explica que, para realizar el tratamiento con láser CO2 ginecológico, "primero aplicamos una crema anestésica unos 30 minutos antes, para evitar el dolor durante el procedimiento. Luego, colocamos una guía en la entrada de la vagina e introducimos el aplicador láser, que es un pequeño tubo que no causa molestias. Se realizan las microquemaduras mencionadas anteriormente en un lapso de 15 a 20 minutos, y al finalizar el procedimiento, la paciente puede irse a su casa y retomar su vida normal".
Céspedes destaca que esta técnica, que se realiza en consulta y requiere al menos tres sesiones separadas en el tiempo, tiene un impacto positivo y duradero: "El tratamiento con láser vaginal CO2 ha demostrado ser exitoso, con una mejora significativa en el flujo vaginal y una normalización de las relaciones sexuales".
La paciente subraya que "la mejoría fue notable desde la primera sesión y sigue experimentando avances positivos con el tratamiento". Tras completar las tres sesiones, la paciente remarca una "mejora significativa" y explica que "no tengo picores ni molestias vaginales, las relaciones son indoloras y mi calidad de vida ha mejorado mucho". Finalmente, concluye que recomendaría el tratamiento a otras mujeres "sin dudarlo".