Mientras tanto, el precio de una bicicleta de montaña ha bajado un 12,7 %
Los patinetes eléctricos han gozado de una enorme popularidad en los últimos años. Por ello, los usuarios no sólo han comenzado a utilizar las opciones de alquiler disponibles en numerosas ciudades, sino que también han decidido adquirir estos dispositivos para combinarlos con sus formas habituales de transporte. Sin embargo, en los últimos meses, algunas regiones han prohibido el acceso al transporte público con estos vehículos de movilidad, como ha sido el caso de la Comunidad de Madrid, una iniciativa a la que también se ha sumado Renfe. Ante esta situación, el comparador de precios idealo ha realizado un análisis que indica que la demanda de patinetes eléctricos ha descendido un 64 % en los últimos dos años.
A pesar de estos cambios normativos, las empresas tecnológicas continúan innovando en el desarrollo de estos dispositivos, lo que se ve directamente reflejado en el coste de los mismos. De hecho, el precio de estos vehículos de micromovilidad ha experimentado un ascenso del 33 % desde 2022. Así, un patinete eléctrico cuesta 523 € de media en España, lo que posiciona a nuestro país como el más asequible de Europa por detrás de Reino Unido (480 €). Mientras tanto, en Alemania alcanza los 656 €, en Austria los 610 €, en Francia 601 €, y 531 € en Italia.
Las bicicletas, cada vez más asequibles
Las ciudades se están transformando rápidamente para dar paso a vehículos más sostenibles al tiempo que dan mayor prioridad a los peatones. En este escenario, el estudio de idealo revela que los precios de las bicicletas han descendido en los últimos dos años. Así, el coste medio de una bicicleta de montaña ha descendido un 12,7 % en comparación con 2022 y se sitúa en los 1.966,30 €, un precio que incluye las gamas más altas y profesionales, aunque en el mercado se pueden encontrar a partir de los 250 €. Por su parte, una bicicleta eléctrica cuesta 3.197,92 €, lo que supone un descenso del 9,2 %.
Por su parte, Kike Aganzo, responsable de comunicación de idealo, comentó: "Los municipios españoles continúan implementando Zonas de Bajas Emisiones, en las que no sólo se limita la entrada de los vehículos más contaminantes a las ciudades, sino que, en muchos casos, también se amplía la infraestructura ciclista. Esta situación pone de manifiesto que el escenario de la movilidad está en constante cambio y, por ello, las compañías deben identificar las nuevas necesidades de los consumidores. Esto implica tanto una mayor innovación tecnológica como la adaptación a la capacidad económica de las familias".