¿Usas una crema hidratante de mañana o de noche, pero no entiendes la diferencia que hay entre estas dos? O peor aún, ¿usas la misma hidratante de día y antes de ir a dormir? Si este es tu caso, eres la candidata perfecta para utilizar una mascarilla facial de noche. Quizás crees que no va a funcionar o que se trata de una estrategia de marketing, pero la respuesta real está en un concepto que, casi, parece sacado de una carta astral: los ritmos circadianos. En realidad, hay mucha ciencia detrás: “todo nuestro organismo sigue una serie de ritmos a lo largo del día y según cada uno de ellos, el cuerpo hace unas acciones u otras. Durante el día, está alerta y en modo defensivo, mientras que por la noche descansa, permitiendo la renovación celular para recuperarse de las tensiones diarias.. Esto es lo que conocemos como ritmos circadianos”, explica el cosmetólogo y director técnico de Skin Generics y CEO de BeLab Services Daniel Jiménez. “En este sentido, mientras dormimos, la piel se recupera y regenera, pero según avanzamos en edad, este proceso pierde cierta eficacia, por lo que necesita de boosters que impulsen esa renovación. Este es el motivo por el que existen cosméticos de uso nocturno como serums, cremas o mascarillas faciales”, añade.
DIFERENCIA ENTRE LOS COSMÉTICOS NOCTURNOS Y DIURNOS
Sí, hay diferencias claras en la formulación de unos cosméticos u otros. En líneas generales, “los productos de uso nocturno suelen ir mucho más cargados de activos renovadores y nutritivos. Así, se consiguen equilibrar los niveles de la piel mientras dormimos en una fase en la que absorbe de forma más eficiente todo lo que le apliquemos”, comenta el cosmetólogo. No es de extrañar, entonces, que las cremas de noche suelan tener texturas más envolventes y densas con vistas a mejorar los niveles de la piel y aportarle confort. “También es este el motivo por el que se aplican ingredientes renovadores por la noche como los retinoides, el bakuchiol o los péptidos, entre muchos otros”, añade el experto.
POR QUÉ APLICAR UNA MASCARILLA DE NOCHE
Podemos acudir a cosméticos de noche como las cremas hidratantes o determinados sérums, pero si, dos o tres veces a la semana, añadimos una mascarilla de uso nocturno, daremos un claro impulso renovador a nuestra piel. “Las mascarillas suelen tener texturas más densas y lo habitual es que no se retiren. Podemos trabajarlas hasta que se absorban o dejarlas actuar hasta que absorban por sí solas. De esta manera, aportan un extra de acción renovadora y reconfortante al tejido cutáneo”, defiende Daniel Jiménez.
NUESTRAS MASCARILLAS DE NOCHE FAVORITAS
Mascarilla Noche Bakuchiol Reafirmante con Células Madre de Skin Generics
Mascarilla facial respetuosa con la piel que concentra un 20,1% de ingredientes activos que combaten los signos de la edad y mejoran la oxigenación celular.El Sytenol® A (Bakuchiol), una alternativa natural al retinol reduce la hiperpigmentación y las arrugas con la misma eficacia y con una mejor tolerancia de la piel.Phyto-Biotics Acai® es un ingrediente de células madre derivadas de plantas con propiedades antioxidantes, protectoras y antienvejecimiento.La sinergia entre los aceites de Aguacate, Sésamo y Arroz proporciona luminosidad a la piel, tiene un gran poder antioxidante y actúa contra los radicales libres.El Ácido Hialurónico ayuda a recuperar los niveles de hidratación y previene y reduce las arrugas y líneas de expresión.
Bouncy & Firm Sleeping Mask, una mascarilla de LANEIGE
Una mascarilla de uso nocturno que aporta hidratación, efecto relleno, reafirma, reduce visiblemente líneas de expresión y deja la piel con aspecto descansado a la mañana siguiente. Su concentración de activos apoya la acción renovadora de los ritmos circadianos de la piel para que sea más eficiente y efectiva.
Esto se consigue gracias a su fórmula con una gran aproximación botánica, donde encontramos un complejo de peonía que cuenta con la extracción de la hoja y la raíz de esta bella flor con grandes beneficios cosméticos: revitaliza, aporta antioxidantes y calma. A ello se suma el colágeno hidrolizado para conseguir una mejor penetración y metabolización en la piel. A esto se suman los probióticos, de tendencia absoluta, que ayudan a mejorar la microbiota de la piel y equilibrarla, siendo de gran ayuda cuando nuestra piel está apagada, sensible o, incluso, cuando estamos pasando por un proceso de acné.
