No cabe duda que en la gestión de almacenes, las carretillas elevadoras eléctricas se han convertido en un pilar fundamental para mejorar la eficiencia y reducir las emisiones. Sin embargo, un aspecto crucial para su rendimiento es la fuente de energía que impulsará estas máquinas: las baterías. Hoy, Rebatex S.L comparte la evolución del mercado de baterías de tracción y cómo se afronta el futuro.
¿Por qué las baterías de plomo continúan siendo una opción?
A pesar de los avances tecnológicos en baterías de litio, las baterías de plomo siguen siendo una opción popular en las carretillas eléctricas. ¿Por qué? La respuesta radica en su costo inicial más bajo en comparación con las baterías de litio. Aunque las baterías de plomo pueden ser más pesadas y tener una vida útil más corta, su precio inicial sigue siendo un factor determinante para muchas empresas, especialmente aquellas que operan en turnos de trabajo parciales o con presupuestos ajustados.
Además, el 98 % de las carretillas eléctricas fabricadas antes del año 2018 tienes baterías de plomo, con el tiempo la tecnología de litio se adaptará también al mercado de reposición, pero adaptar las máquinas antiguas a baterías de litio implica modificaciones y adquirir un cargador de baterías nuevo, por tanto, pierde rentabilidad debido a su coste inicial. Los datos que aportados desde Bateriasyamperios indican que actualmente el 96 % de las baterías vendidas en el mercado de reposición son de Plomo
La adaptación de las baterías de litio al mercado de reposición en carretillas elevadoras
A pesar de su mayor costo inicial, las baterías de litio están ganando terreno en el mercado de las carretillas elevadoras eléctricas. Su principal ventaja radica en su mayor densidad de energía, lo que se traduce en una mayor autonomía y una vida útil más prolongada en comparación con las baterías de plomo. Esto significa menos tiempos de inactividad y una mayor eficiencia operativa a largo plazo.
Sin embargo, la transición hacia las baterías de litio no es tan simple como reemplazar una batería por otra. Requiere una inversión inicial significativa y puede requerir modificaciones en la infraestructura de carga existente. Además, el mantenimiento y la gestión de las baterías de litio son diferentes a los de las baterías de plomo, lo que puede implicar una curva de aprendizaje para el personal.