La revista Consumer analiza los efectos nocivos de consumir vitaminas en exceso

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La revista Consumer analiza los efectos nocivos de consumir vitaminas en exceso

El excesivo consumo de vitaminas puede suponer un problema de salud pública

Consumer informa de que el 75% de españoles consume algún tipo de suplemento, pese a que la evidencia científica señala que hay pocas pruebas sólidas sobre su seguridad y eficacia.

Carmen Linares, farmacéutica y dietista-nutricionista : "Es indiscutible que las vitaminas son imprescindibles para la salud, pero la cantidad que necesitamos se puede y se debe conseguir fácilmente con una dieta equilibrada y saludable".

En el caso de los niños, con una dieta equilibrada no son necesarios suplementos de vitaminas y solo el pediatra debe prescribirlos.

Las vitaminas son imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro organismo, sin embargo, el auge de los suplementos, que podemos comprar sin receta, ha provocado que muchas organizaciones médicas alerten de los peligros de un consumo excesivo puede suponer un riesgo para nuestra salud.

La revista Consumer informa de que según el informe Uso de suplementos nutricionales en la población española, realizado por la Academia Española de Nutrición y Dietética en 2021, un 75% de los españoles consume "algún tipo de suplemento con el fin de mejorar la salud", pese a que la evidencia científica vigente hasta la fecha señala que hay pocas pruebas sólidas sobre la seguridad y eficacia de estos productos.

"La elevada frecuencia de uso de este tipo de complementos, el alto grado de auto prescripción y su consumo indiscriminado ponen en evidencia que estamos ante un problema de salud pública", aseguran los autores.

Los beneficios de las vitaminas

Según indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), "las vitaminas son compuestos orgánicos esenciales que desempeñan un papel crucial en numerosas funciones biológicas y metabólicas. Se trata de sustancias que se encuentran en cantidades muy pequeñas en los alimentos, y que desempeñan roles clave para el funcionamiento normal del cuerpo humano". Entre sus funciones destacan las siguientes:

Funciones esenciales. Cada vitamina tiene funciones únicas y es esencial para procesos biológicos específicos. La vitamina C es crucial para la síntesis de colágeno, la D es necesaria para la absorción de calcio y las vitaminas del grupo B juegan un papel vital en el metabolismo energético.

Promoción de la salud. Las vitaminas también se asocian con la prevención de enfermedades crónicas. Por ejemplo, las vitaminas antioxidantes, como la C y la E, ayudan a combatir el estrés oxidativo y pueden tener un papel en la prevención de enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

Fortalecimiento del sistema inmunológico. Algunas vitaminas, como la C y la D, son conocidas por reforzar nuestras defensas.

Energía y vitalidad. Las vitaminas del grupo B son esenciales para convertir los alimentos en energía. Esto contribuye a mantener altos niveles de vitalidad y promueve un funcionamiento del sistema nervioso.

Un exceso de vitaminas es perjudicial

La FAO y todas las sociedades médicas destacan este papel esencial de las vitaminas. Pero también que, dado que se trata de sustancias que nuestro organismo no puede sintetizar, hemos de obtenerlas de fuentes externas. Ahora bien, "hemos aprendido mal la lección", señala Carmen Linares, farmacéutica y dietista-nutricionista para la revista Consumer. "Es indiscutible que las vitaminas son imprescindibles para la salud, pero la cantidad que necesitamos se puede y se debe conseguir fácilmente con una dieta equilibrada y saludable. Atiborrarnos a suplementos es un error, porque un exceso de vitaminas puede no solo ser un gasto inútil para el bolsillo, sino también llegar a provocar problemas, desequilibrios y trastornos". Se trata de poner a las vitaminas en su sitio, y esto es algo que comienza a preocupar a las autoridades sanitarias.

El último ejemplo lo tenemos en la acción conjunta que han puesto en marcha el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la región, una iniciativa encaminada a garantizar la administración segura de los complementos que contienen vitamina D y a alertar de que, si se toma más de la necesaria, se pueden experimentar problemas de salud graves a causa de la hipercalcemia (niveles elevados de calcio en la sangre) resultante.

Otro estudio realizado por médicos y farmacéuticos de atención primaria de Castilla y León afirma que "existe una elevada prescripción de dosis altas de vitamina D no justificada". La situación llevó a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) a emitir en 2019 una nota informativa de seguridad alertando de "casos graves de hipercalcemia ocasionados por una sobredosificación de vitamina D en pacientes en edad adulta y pediátrica".

Llegar a la hipercalcemia no es sencillo, pero hay que ser conscientes de que consumir cantidades excesivas de vitaminas puede conducir a un cuadro que se conoce como hipervitaminosis. Eso sí, aclara Carmen Linares, "esto es algo que solamente puede suceder cuando el consumo se debe a un abuso de suplementos; mediante la dieta no llegaremos nunca a poner en riesgo nuestra salud". Este aspecto es importante a la hora de poner en contexto las recomendaciones diarias de vitaminas, que pueden variar según la edad, el sexo, la salud y otros factores individuales.

Las vitaminas en los niños

La idea de que las vitaminas suponen un aporte extra de salud ha llevado a que muchas familias piensen en la conveniencia de suplementar a sus hijos, cuando desde la asociación española de pediatría aclaran que las vitaminas están en los alimentos y una dieta variada que incluya además productos crudos, como frutas y determinadas verduras, asegura un aporte más que suficiente de vitaminas. Insisten que es innecesario y puede incluso llegar a ser perjudicial para la salud tomar suplementos vitamínicos en forma de productos farmacéuticos o de herbolario.

Un error muy extendido también, es creer que las vitaminas aumentan el apetito de los niños. El apetito no se modifica por la administración de vitaminas, los medicamentos que sí producen este efecto no aportan ningún nutriente esencial al organismo, sino que simplemente provocan una sensación "artificial" de ganas de comer (además de ganas de dormir) en quienes los reciben. Y tampoco se debe hacer ver a los niños que necesitan tomar pastillas o jarabes para estar fuertes y sanos.

En definitiva, la última palabra la tiene el pediatra, dado que un menor con una dieta equilibrada no necesita suplementos de vitaminas. Y en todo caso, solo el médico puede prescribirlos.

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