La exposición se inaugura hoy, miércoles 28 de febrero,
y permanecerá abierta al público hasta el 21 de marzo
La muestra presenta, de forma exclusiva en nuestro país, el cuadro 'Los doce primeros', que conmemora los 500 años de la llegada de los misioneros franciscanos al recién fundado reino de la Nueva España
También se exhiben obras pictóricas, reproducciones, bocetos y esculturas que construyen un recorrido didáctico por el universo creativo del 'Pintor de batallas'
El Centro Cultural de la Fundación Cajamurcia en Cartagena vuelve a abrir sus puertas a las artes plásticas, tras someterse a una serie de obras de mejora y acondicionamiento, con la exposición Augusto Ferrer-Dalmau. Cuadros para la Historia, organizada en colaboración con la Fundación Arte e Historia Ferrer-Dalmau, Zenda-Edhasa y Ediciones Escultura Histórica. La muestra, que se inaugura hoy, miércoles 28 de febrero, a las 19:30 horas, se podrá visitar hasta el 21 de marzo.
En la presentación han participado el propio pintor y diseñador Ferrer-Dalmau; la comisaria de la muestra, María José Solano historiadora del arte, escritora y articulista, y el presidente de la Fundación Cajamurcia, Carlos Egea.
La exposición introduce al espectador en el universo creativo del reconocido artista Augusto Ferrer-Dalmau (Barcelona, 1964), a través una cuidada selección que reúne cuadros, reproducciones de sus obras cumbre (acompañadas de bocetos originales e inéditos), portadas de libros entre ellos, algunos de Arturo Pérez-Reverte y esculturas en bronce de personajes históricos basadas en sus diseños.
Una de las piezas clave de la muestra es el último cuadro realizado por el pintor, este mismo año 2024, titulado 'Los doce primeros', que se expone por primera vez en nuestro país antes de su destino final en una colección privada americana. Esta obra conmemora la llegada de los doce misioneros franciscanos españoles al recién fundado reino de la Nueva España un 13 de mayo de 1524, hace ahora 500 años.
El presidente de la Fundación Cajamurcia, Carlos Egea, ha destacado que "gracias a la habilidad de Ferrer-Dalmau para recrear una puesta en escena minuciosa y cuidada hasta el último detalle, sus cuadros se convierten en auténticos documentos históricos con gran valor didáctico. Una lección de historia que ahora tenemos la ocasión de 'aprender' en esta muestra en Cartagena".
Por su parte, la comisaria ha explicado que con esta exposición se pretende dar a conocer el trabajo de un pintor que "ha sido calificado y reconocido por los expertos como el mejor artista vivo de cuadros de Historia del panorama internacional". Ferrer-Dalmau, conocido como el 'Pintor de batallas', es un artista de estilo realista especializado en pintura histórica que "posee una prodigiosa capacidad técnica realista que pone al servicio de una épica hondamente psicológica, un logrado clasicismo pictórico y una relevante trascendencia pedagógica", puntualiza.
En las obras de Ferrer-Dalmau "las tendencias pictóricas del pasado se recogen de manera natural, construyendo una pintura de sintaxis clásica y lenguaje renovado: la narración histórica aparece imbuida de épica y lírica, pero sin renunciar al rigor histórico en uniformes, armamento, marco geográfico, etc.", según María José Solano, quien añade que "a todo ello se suma un virtuosismo técnico propio de los más habilidosos paisajistas del siglo XIX, que él usa para la ambientación de escenas, en las que introduce elementos sensoriales como el fuego, el agua o el humo con una minuciosidad técnica admirable".
Lenguaje visual renovado
La admiración y el aprendizaje de los grandes maestros de la historia de la pintura no le impide a Augusto Ferrer-Dalmau introducir un lenguaje visual nuevo. "Consciente del valor comunicativo de la crónica periodística, el pintor defiende que 'su visión es la del soldado' y, fiel a este principio, trata de transmutarse en uno de ellos, consiguiendo un resultado casi cinematográfico", indica la comisaria, para quien las composiciones del pintor poseen "un aura romántica, lírica y mística que parece desplegarse fotograma a fotograma".
Con esa mirada renovada, a medio camino entre lo clásico y lo moderno, el artista consigue "convertir al espectador en partícipe de la contienda o escena narrada, introduciéndole de lleno en el fragor de la batalla, en la embriaguez de la victoria o en la soledad de la desesperanza", señala Solano.
El estilo de Ferrer-Dalmau también se distingue por el excelente uso de la iluminación indirecta y de las gamas cromáticas neutras y terrosas, así como por su maestría en la gradación de los matices, llegando "a un alarde de pintura flamenca del XV en la concepción de las texturas (pelaje, telas, cueros y metales) y recreándose en detalles y elementos de gran valor, tanto en escenas multitudinarias como en obras con uno o dos personajes". También destaca su destreza anatómica, especialmente a la hora de representar a los caballos y su compleja unión con los jinetes, "recordándonos en sus iconografías que este animal casi mitológico merece la presencia en la pintura de Historia por llevar en sus grupas el peso de todas las batallas".
Retratos a modo de instantáneas
El género del retrato cultivado por Augusto Ferrer-Dalmau del que aquí se exponen representaciones de personajes de la talla de Miguel de Cervantes, Don Pelayo y Agustina de Aragón es de estilo academicista y representa una instantánea, individual o en grupo, de acontecimientos históricos que el espectador observa "con la curiosidad del que se adentra en su propia memoria".
El pintor ha sabido capturar los momentos y personajes decisivos recreando con detalle escenas, vestimentas, gestos y paisajes a veces leídos en las crónicas, pero nunca antes representados en imágenes. "La finalidad del arte en este sentido es el estudio del momento, la captación de una imposible fotografía a modo de instantánea del pasado de unos acontecimientos fijados en la literatura; la forma de crear una inolvidable memoria visual de la Historia de España", apunta la comisaria.
Portadas e ilustraciones de libros
Ferrer-Dalmau es el autor de las portadas de los libros de Pérez-Reverte 'El italiano' (2021), 'Línea de fuego' (2020) o 'Sidi' (2019) el original de esta última se expone en la presente muestra y ha ilustrado la colección de libros de aventuras de Zenda-Edhasa, prologados por el citado escritor cartagenero y con títulos clásicos tan conocidos como 'Simbad el marino', 'El Jorobado de Notre Dame' o 'Fantomas'.
Con una estrecha relación profesional y de amistad con el pintor, Pérez-Reverte ha dicho que "Augusto pinta para contar historias. Esa pasión es lo que lo hace tan especial y tan diferente. Él no pinta imágenes estáticas ni estampas históricas; pinta pasiones, desilusiones, derrotas, furia, agonía, compasión, crueldad, y eso es narrar".
Académico de Bellas Artes
El pintor y diseñador Augusto Ferrer-Dalmau es Académico de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, de Sevilla, desde el año 2016. Especializado en temática histórica y militar, su gran obra pictórica abarca la representación de los mayores hitos de la historia de España como el descubrimiento, la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, los hechos de armas y gestas militares, tanto en tierra como en la mar, etc. No obstante, en sus creaciones también tienen cabida episodios contemporáneos; a tal efecto se ha trasladado a escenarios tan diversos como Afganistán, Siria, Líbano, Irak o Mali con el fin de tomar apuntes y bocetos para dotar así de mayor rigor y realismo a sus obras.
De estilo realista, con gran naturalismo y atención al detalle, la obra de Ferrer-Dalmau ya forma parte de importantes colecciones privadas y de los fondos de los principales museos e instituciones, como el Museo Naval de Madrid, Museo del Ejército, Palacio del Pardo, Palacio Real de Valladolid, Palacio de Buenavista de Madrid, etc.