El monóxido de carbono es noticia todo el año, pero se intensifica con el regreso del frío invernal. Y es que el llamado asesino silencioso, se cobra vidas en los primeros días de cada año. Los periódicos y la televisión informan casi a diario de familias completas intoxicadas por CO dentro de sus casas en toda España, algunas de ellas con resultado fatal
"Todos los casos siguen el mismo patrón: el mal funcionamiento de algún aparato doméstico como el calefactor de gas butano, propano, o gas natural, o por el uso de braseros que generan monóxido de carbono en lugar de dióxido de carbono. Esa diferencia, que químicamente no es más que la de un átomo de oxígeno en ambas moléculas, a niveles de toxicidad para el cuerpo humano es inmensa, ya que la primera se une a la hemoglobina de la sangre y bloquea el transporte del oxígeno en el organismo y dificulta su liberación a los tejidos", explica Jordi Desola Alá, reconocido médico y Doctor en Medicina, en el sector de la Medicina del trabajo, la Medicina interna, y la Medicina del deporte.
Jordi Desola es un gran experto en el tratamiento de las intoxicaciones por Monóxido de carbono, porque en los últimos años, junto con su equipo, han tratado varios miles de casos, como especialistas en Medicina hiperbárica. Esta disciplina es una de las que más ha estudiado este trastorno y por ello, el Dr. Desola ha dedicado una buena parte de su vida a descifrar cómo daña el monóxido al organismo, cómo diagnosticar rápidamente este tipo de intoxicaciones, y cuál es la mejor forma de aplicar un tratamiento eficaz.
Algunos errores son muy frecuentes en el diagnóstico e incluso en el tratamiento de una intoxicación por CO. Algunos son históricos por ser típicos y repetidos año tras año.
El doctor Desola pone la lupa en siete situaciones frecuentes en el proceso de detección de la intoxicación por CO y de su tratamiento y formula algunas claves para afrontarlas con éxito:
Diagnóstico: aunque cada vez menos, hay ocasiones en las que se confunde el tipo de gas que causa la intoxicación. No son las fugas o escapes de butano o gas natural los responsables, sino la mala combustión de los mismos en calderas, braseros, o calentadores defectuosos.
Cuadro clínico: la intoxicación por monóxido de carbono provoca un enrojecimiento de la piel, pero no es un signo imprescindible. No se debe descartar la intoxicación si no hay coloración rojo cereza de la piel.
Interpretación inadecuada del análisis de los gases de la sangre (gasometría): debido a interacciones entre el CO y los aparatos de análisis, una persona gravemente intoxicada puede tener resultados aparentemente normales. Por esta causa en ocasiones se aplican tratamientos conservadores a pesar de que el paciente está gravemente hipóxico [falto de oxígeno].
Valoración errónea de la Carboxihemoglobina: esta palabra tan rara es el compuesto que forma el CO en contacto con la hemoglobina de la sangre que es la responsable del transporte de oxígeno en condiciones normales. Es detectable en los análisis de sangre y suele estar muy elevada en las intoxicaciones por CO aunque no sean muy graves, pero no siempre. Una persona gravemente intoxicada puede tener valores normales, por lo cual esta prueba solamente confirma el diagnóstico, pero no es constante ni imprescindible, y no siempre se correlaciona con la gravedad de la intoxicación.
Sobreestimación de la oxigenoterapia normobárica: la administración de oxígeno a presión atmosférica no es suficiente para tratar esta grave intoxicación. Es necesario aplicar un sistema de alta concentración con una cámara hiperbárica.
Olvidar el síndrome neurológico tardío: si el tratamiento no ha sido correcto y a alta presión, a pesar de una mejoría importante o definitiva, se puede producir una recaída grave al cabo de unos días o incluso semanas después de la curación aparente. Este efecto tardío puede pasar inadvertido a causa del retardo y sus consecuencias pueden ser demoledoras.
Retraso en aplicar el tratamiento definitivo: en ocasiones se demora el tratamiento por razones técnicas o por dificultad de acceso al centro de Medicina hiperbárica. La intoxicación por CO es siempre una verdadera urgencia, aunque los síntomas iniciales puedan parecer leves.
Al comienzo de las épocas frías, el Dr. Jordi Desola y su equipo difunden cada año unas guías de actuación detalladas con el objetivo de aclarar dudas y combatir los efectos de esta intoxicación tan grave, tan silenciosa, y tan extendida, que, sin embargo, tiene un tratamiento sofisticado pero muy eficaz para resolver la mayoría de los casos, incluso los más graves.