El olfato es uno de nuestros sentidos más poderosos, el cual permite reconocer hasta 10.000 olores distintos y almacenarlo en nuestra memoria, ligándolo a emociones que se sienten cuando se perciben nuevamente.
En el amor todo vale, especialmente para expresarlo. Aromas como la vainilla, el chocolate y el jazmín transmiten para muchas emociones como la sensualidad, cariño y placer.
Barcelona, febrero de 2024 Tenemos que estar preparados, el amor siempre rondará en el aire mientras más próximos estemos a San Valentín, fecha emblemática que celebra desde todo lo alto este sentimiento increíble. Desde cartas, perfumes, canciones, abrazos y poemas, todo es válido al momento de expresar aquella emoción que domina al ser humano desde el inicio de los tiempos.
Muchas veces pasamos por alto que el amor es especialmente un proceso químico dominado por nuestro cerebro, donde uno de sus principales aliados es el olfato.
Existe una relación muy estrecha entre los aromas y los sentimientos donde, como dato curioso, este maravilloso órgano nos permite reconocer hasta 10.000 olores distintos y almacenarlo en nuestra memoria, ligándolo a emociones que se sienten cuando se perciben nuevamente. Es por ello por lo que, cuando nos encontramos con un estímulo olfativo que hemos experimentado antes, el cerebro lo busca en nuestra "biblioteca olfativa" y revive recuerdos.
Al respecto, desde Equivalenza, marca líder en perfumería, destacan algunos de los aromas más asociados al amor, siendo -para muchos- esencias perfectas que definen esta emoción:
Chocolate y canela: El chocolate es el aroma por excelencia asociado al placer, la dulzura y la pasión. Al tener un efecto relajante en el sistema nervioso, especialmente si se utiliza durante la noche, promueve emociones como felicidad y bienestar. Acompañado a otro aroma, como la canela, este dúo despierta emociones asociadas a la sensualidad y el placer en el cerebro, permitiendo así disminuir el estrés mental.
Vainilla: el aliado por naturaleza para aquellas personas románticas y dulces, la vainilla es uno de los aromas estrella dentro de la familia olfativa Gourmand. Permite reducir las tensiones, creando atmósferas reconfortantes, relajantes y agradables, lo que estimula la sensualidad y propicia un ambiente romántico.
Jazmín y el ylang-ylang: Desde tiempos remotos y por diversas culturas ancestrales, el jazmín siempre fue considerado como uno de los aromas más efectivos al momento de estimular el deseo, debido a su perfume intenso, toque dulce agradable y punto floral. Por otro lado, el ylang ylang con su aroma penetrante, pero al mismo tiempo delicado, relaja al primer olfato y fomenta en el cuerpo una sensación de bienestar.
Maderas y especias orientales: el olor amaderado del cedro o el incienso, de la mano con la riqueza olfativa del ámbar y el pachuli, inspira a aquel amor pasional, exótico y envolvente, aportando placer y calma. Toda una experiencia sensorial.
Mylène Thioux, perfumista experta en Equivalenza, afirma que "cada ser humano necesita comunicarse con otro a través del comportamiento. Tenemos el comportamiento VERBAL, el NO VERBAL y dentro del aspecto NO VERBAL entra el comportamiento olfativo como mensaje subliminal. Algunas veces los aromas hablan más y mejor de uno mismo que nosotros al expresarnos, convirtiendo -por ejemplo- a los perfumes, en una extensión de nuestra personalidad y emociones".
Si bien la vista es fundamental para sentirse atraído por una persona, el papel del olfato en la química del amor es extenso, donde el impacto emocional al primer aroma sí existe, cautivando así al ser amado.