El Sindicato de Bomberos, federado en CSIT UNIÓN PROFESIONAL (Organización mayoritaria en el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid), denuncia que los Bomberos de la CM no tienen guantes de trabajo por falta de stock en el almacén. Los guantes de trabajo son parte del equipo de protección individual (EPI), imprescindibles para que los profesionales de la Comunidad de Madrid puedan ejercer su trabajo.

Durante la guardia de ayer, los bomberos que solicitaron guantes de repuesto se encontraron con la negativa del almacén central. La solicitud la realizaron después de que sus equipos se contaminaran durante un incendio de vivienda en el municipio de Getafe. Además, durante más de cinco horas, el Parque de Bomberos de Aranjuez tuvo que ceder uno de sus vehículos de intervención al Parque de Parla, por la avería de un camión y la falta de vehículos de reserva en el taller. Desde hace meses, esto se repite frecuentemente, debilitando la capacidad de respuesta de los Parques de Bomberos ante cualquier intervención.

Los Bomberos de la Comunidad de Madrid mantienen un conflicto abierto contra la Dirección General de Emergencias y la Consejería de Interior, debido a la situación de precariedad en la que se encuentra el Servicio, que, desde su punto de vista, es la peor en años. El 50% de los Parques de Bomberos cuentan con pancartas de denuncia en sus fachadas, a iniciativa de los propios trabajadores.

La situación vivida ayer durante la guardia es la mejor contestación a las declaraciones realizadas por la portavoz del Gobierno el pasado día 20 a la finalización del Consejo de Gobierno por las cuales. En las mismas, se afirmaba que la manifestación de Bomberos realizada ese mismo día en la Puerta del Sol, era una cuestión sindical y no una protesta contra la realidad del Cuerpo de Bomberos. Estas declaraciones, tan desafortunadas, demostraron, desde nuestro punto de vista, la falta de conocimiento que se tiene del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y obviaron de forma negligente, que fue la manifestación más multitudinaria de los últimos 20 años de los profesionales de la Comunidad de Madrid, con la presencia de casi 1.000 componentes de la Plantilla de todas las categorías. Según la portavoz, el Cuerpo de Bomberos cuenta con 1.500 profesionales, la mayor de su historia, pero estos datos son erróneos y, por lo tanto, se estaría mintiendo a todos los ciudadanos. Esto no es una opinión, sino información, dado que, según los datos oficiales de la Comunidad de Madrid, en el año 2007 el Servicio ya contaba con 1.401 Bomberos, pero con una diferencia clara: había 18 Parques, no los 21 que hay ahora. Teniendo en cuenta que tanto Leganés como Móstoles se han integrado con sus propias plantillas (140 efectivos), el crecimiento en 17 años es prácticamente nulo (1.360 Bomberos, sin contar con Móstoles ni Leganés, y 400.000 habitantes más). De ahí, los más de 18 millones de euros en servicios especiales (horas extras) que se van a pagar en 2023, equivalente a una carencia de más de 300 efectivos. Esta situación es consecuencia de que el Cuerpo tenga una edad media en la plantilla de 49 años, unos procesos de oposición interminables y una jubilación media anual de unas 25 personas.

En los últimos cinco años, consideramos que se han desviado alrededor de 40 millones de euros recaudados a través las primas de las aseguradoras (UNESPA), 5% de las pólizas de todos los ciudadanos, que la ley obliga a invertirlos de forma "directa y finalista" en el Cuerpo de Bomberos. La falta de inversión ha alcanzado unos límites que están afectado de forma preocupante el servicio que se le ofrece a los ciudadanos.

Es lamentable, que los Bomberos no tengan ni siquiera los materiales mínimos para por ejercer su trabajo de forma segura, tanto para los intervinientes como para los ciudadanos. Los Bomberos ya han anunciado que, si no hay una respuesta inmediata por parte de la Consejería a sus reivindicaciones, acudirán directamente a la Presidenta de la Comunidad de Madrid para buscar la respuesta que no están dando sus subordinados. Hay que recordar que estas fechas es uno de los periodos más sensibles y delicados, con el aumente de intervenciones de toda índole, tanto a nivel de incendios de vivienda como accidentes de tráfico.