AERESS impulsa el consumo sostenible, a través de La Recuperadora, una nueva marca de ropa y otros productos de segunda mano. Con esta iniciativa espera generar nuevos empleos.
Es una realidad que la industria textil es una de las más contaminantes del planeta, responsable del 10% de las emisiones de CO2 a nivel mundial. Estas cifras generan preocupación en el consumidor, que es cada vez más consciente de los efectos de estas emisiones de gases a la atmósfera y su efecto sobre el clima y la sostenibilidad del planeta. Prueba de ello es que en torno al 20% de los españoles ya compra ropa de segunda mano.
Solo en España se desechan al año casi 1 millón de toneladas de residuos textiles, cuya gestión es una de las líneas de trabajo de las entidades que conforman AERESS, la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria.
Para impulsar su labor en este ámbito, la asociación ha lanzado La Recuperadora, una marca global que identifica la ropa procedente de la gestión de reutilización desarrollada por las distintas entidades de la red, que recogen y gestionan más de 21.000 toneladas de prendas que se desechan al año. Con este proyecto, AERESS quiere "aglutinar su actividad en una imagen única que transmita transparencia sobre nuestra actividad, que identifique los proyectos de recuperación textil de las entidades asociadas y que resulte reconocida para el consumidor en todo el territorio", subraya Natalia Castellanos, subdirectora de AERESS y coordinadora de La Recuperadora.
Además, con este nuevo proyecto de economía circular, espera generar nuevos puestos de trabajo, que es uno de los objetivos de AERESS. Uno de sus principales campos de acción, y que la distingue de otras entidades de su clase, es la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión. "Nuestra expectativa es crear estos puestos, a medida que consolidemos la iniciativa", prosigue la portavoz.
Una iniciativa que cierra el proceso de la recuperación
El proceso comienza con la recogida de la ropa de los contenedores a nivel local por parte de las entidades de AERESS a través de los contenedores, algo que propician los convenios principalmente públicos, pero también privados. A partir de ahí, se inicia una labor de planificación para la reutilización y preparación de las prendas recogidas, mediante un triaje en el que se decide si podrán tener una segunda vida o llegar a otro proceso de reciclaje.
Una vez recuperadas las prendas, se preparan para darles salida al mercado, una vía de ingresos para las entidades, que contribuye tanto al consumo sostenible, sino también a la generación de empleo. Así, no solo se dejan de emitir más de 38 mil toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que equivale a la eliminación de la circulación de casi 18.321 millones de coches durante un día.
Consolidación de la iniciativa en 2024
El proyecto ya cuenta con varios establecimientos asociados, los dos primeros en Madrid, aunque se prevén nuevas aperturas en otras ciudades como Barcelona, Girona, Murcia, Mallorca o Gijón.
"Estamos en un momento clave para impulsar como sociedad un consumo más sostenible, reduciendo el consumo de la tan conocida como 'fast fashion' y pasar a adquirir prendas usadas a las que dar una nueva oportunidad", explica Natalia Castellanos.
Asimismo, destaca que las personas ya no solo compran de segunda mano por motivos relacionados con la ecología y el precio, sino que entran en juego más factores como alargar la vida de los productos.
La nueva marca reúne los valores e impactos sociales y ambientales de la recuperación de residuos realizadas por las distintas entidades pertenecientes a la red y, además, será una herramienta de comunicación y fortalecimiento y defensa del espacio de trabajo de las entidades recuperadoras de la economía social y solidaria.