El tabacoestá asociado a cambios en el ADN de las personas que alteran negativamente los efectos de supresores tumorales por lo que las células malignas (anormales) crecen sin que las defensas, que son las proteínas,lo impidan. Así escomose favorece el desarrollo del cánceral desactivarse las proteínas críticas, componentes básicos de nuestras células, con el negativo impacto en la salud del fumador.
Estas conclusiones, tras analizar 12.341 muestras tumorales de 18 tipos distintos de cáncer, se contienen en un estudio reciente del Instituto para la Investigación del Cáncer de Canadá (OICR).
Otros factores como alcohol o dietapocosaludable también tienen efectos dañinos en el ADN. Además, la historia del fumador se asocia con la persistencia de cáncer de pulmón y de pecho.
Este estudio arroja nueva luz sobre la proliferación de los tumores y su asociación con el tabaquismo y por ello anima a que se establezcan y se mida el éxito de sistemas de cesación del consumo de tabaco y alternativas al tabaco con combustión -como el vapeo, por ejemplo- pues reducen los riesgos de enfermedades y pueden ser herramientas para tratar a fumadores persistentes, según el profesor Miguel de la Guardia, catedrático de Química de la Universitat de València y autor de números estudios sobre las salvaguardas anticancerígenas del organismo humano.