En este jardín vertical se han instalado sensores de contaminación mediante paneles abatibles para conocer cuál es la captación de contaminantes.
Ayesa, proveedor global de servicios de tecnología e ingeniería, indaga nuevas formas de concebir sistemas y redes de transporte más sostenibles. La compañía ha participado en el diseño de un jardín vertical que el Ayuntamiento de Madrid ha instalado en la M30 y que, con 3.280 metros cuadrados, tiene el récord de ser el mayor de Europa y uno de los más grandes a nivel mundial.
Se trata de un proyecto innovador conocido como Calle 30 Natura que ha contado con una inversión de 4 millones de euros y que persigue una doble finalidad, estética y sostenible. Forma parte del plan municipal de incrementar la infraestructura verde en la ciudad para adaptarla al cambio climático. ?
La M30 es la vía de circunvalación con más tránsito de vehículos de España al registrar 1,1 millones de desplazamientos diarios. El objetivo de esta intervención es aminorar el impacto de este elevado tráfico rodado, amortiguando la isla de calor, neutralizando emisiones y reduciendo la contaminación acústica, al tiempo que se evitan los graffitis o pintadas ilegales.
A instancias de la Dirección General de Planificación e Infraestructuras de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Ayesa ha diseñado la naturalización de paramentos de 400 metros de muro entre las glorietas de Mariano Salvador Maella y de Nueva Zelanda.
Los trabajos han consistido en fijar una estructura metálica modulada que se ha equipado con más de 110.000 plantas de 23 variedades diferentes de alta durabilidad, con necesidad hídrica reducida y con capacidad de absorción de agentes contaminantes.
Dispone asimismo de un sistema centralizado y sectorizado de riego con distintos sensores. Cada módulo o panel cuenta con tuberías situadas a distinta altura, que disponen de goteros de diferente caudal para maximizar el uso y la recuperación del agua.
Además, se han instalado sensores de contaminación para conocer la captación de contaminantes. Se trata de un sistema de monitorización CO, CO2, NO, NO2 y PM que permitirá evaluar el impacto de los jardines y su evolución en el tiempo.
Víctor Moisés Lupiáñez, jefe de sección de Carreteras en Ayesa, destaca que el futuro de las infraestructuras en ciudades que busquen una óptima calidad de vida para sus ciudadanos pasa inevitablemente por "buscar nuevas fórmulas más sostenibles y apostar por la aplicación de soluciones de naturalización".