La Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (OSRM) estrena en el Auditorio El Batel un nuevo ciclo de conciertos. La temporada en Cartagena se inicia con un interesante programa dedicado a compositores de la Escuela de Viena, ofreciendo cinco recitales, el primero de ellos será el 10 de noviembre y el último el 13 de junio.

La OSRM interpretará en su estreno, el 10 de noviembre, la obertura de la ópera Fierabrás que, escrita por Schubert, es una buena muestra del estilo romántico del autor. Otra de las piezas que sonará será el Concierto para Oboe y Orquesta, una joya que Mozart compuso con sólo veintiún años y que dedicó al oboísta de la orquesta del arzobispo de Salzburgo. El intérprete será el madrileño José García Vegara, que compagina su labor con las grandes orquestas: Concertgebouw de Amsterdam, Sinfónica de Londres, numerosas orquestas españolas, con la docencia en Japón, Argentina y varios conservatorios españoles.

La orquesta estará dirigida en esta ocasión por Andrés Salado, que cuenta con una dilatada experiencia con orquestas españolas, y ahora es titular de la de Extremadura. La segunda parte está protagonizada por la Quinta Sinfonía de Beethoven, sin duda la obra cumbre del sinfonismo europeo.

La siguiente cita con la OSRM en Cartagena será el 3 de febrero. En ella el prestigioso director norteamericano Mark Laycock se hace cargo de un programa en el que la orquesta aumenta su plantilla para un repertorio espectacular. La bellísima suite Peleas y Melisande, escrita por el francés Gabriel Fauré para la representación teatral de la obra de Maeterlinck, que adquiere en la suite la grandeza y singularidad de la música francesa de principios del siglo XX.

A continuación, se interpretará el famoso Bolero de Ravel, que el músico creó en 1928 con la simplicidad de una encantadora melodía con ritmo fijo y constante, a cargo de la caja, y una progresiva orquestación con la suma incesante de instrumentos para llegar al explosivo final. Obra muy popular convertida en ballet y que el cine calificó de "10".

La Quinta sinfonía de Serguei Prokofiev es una de las más valoradas del compositor ruso junto a sus conocidos ballets como Romeo y Julieta. La originalidad de sus melodías, su simplicidad formal y la brillante orquestación hizo que desde su estreno en Moscú en 1945 alcanzara un gran éxito y pronto se interpretó por todo el mundo.

La OSRM continua con este ciclo el 3 de mayo con uno de los pianistas españoles más destacados de la actualidad, Javier Perianes. Un músico habitual en las grandes salas de todo el mundo, tanto en recitales como en concierto con orquestas. Su gran capacidad técnica, así como su naturaleza expresiva, da a cada una de sus actuaciones una nueva dimensión creativa. En esta ocasión, y siguiendo la corriente de los grandes pianistas, ejercerá también la dirección de la orquesta con lo que se logra una línea directa de coordinación entre solista y orquesta.

Para este concierto ha escogido dos obras fuertemente relacionadas de dos grandes compositores, Mozart (Concierto para piano no. 24) y Beethoven (Concierto para piano no. 3). Sendos conciertos muestran en primer lugar la evolución del género, ya que el segundo compositor, siendo gran admirador del primero, da un paso más en la escritura con nuevos elementos técnicos y una implicación romántica, sin perder los elementos clasicistas.

Escritas en la misma tonalidad de Do menor y estructuras similares en los dos primeros movimientos, en los terceros se muestran diferencias propias de la evolución; el rondó mozartiano da paso al tema con variaciones beethoveniano. Sin duda se trata de grandes conciertos de los músicos de la escuela de Viena.

También visitará El Batel el gran clarinetista valenciano Juan Ferrer, que hará su presentación en Cartagena el 1 de junio para mostrar su capacidad técnica y bella sonoridad. Un músico que la actualidad pasea por todos los escenarios del mundo. En esta ocasión interpretará el Concierto para clarinete y orquesta, que el trompetista venezolano Pacho Flores ha escrito recientemente. Antes se podrá degustar la impresionante Alborada del gracioso de Ravel, escrita inicialmente para piano y orquestada con delicadeza y sensibilidad. La inspiración en la música española es clara, con el sugerente tratamiento de la seguidilla.

En la segunda parte, el director Christian Vásquez, que hace su presentación en nuestra Región tras los éxitos conquistados en Europa y América, tiene la oportunidad de lucirse con los Cuadros para una exposición, del compositor ruso Modesto Mussorgski, que escribió inspirado en una exposición del pintor Viktor Haffman.

El quinto y último concierto tendrá lugar el 13 de junio, que estará conducido por el venezolano, afincado en nuestro país, Manuel Hernández-Silva. Un director con una larga trayectoria, que ha dirigido numerosas orquestas españolas, además de otras europeas y americanas. Hernández-Silva presenta un sugerente programa con obras de autores estadounidenses y latinos del pasado siglo y muy habituales en los escenarios de todo el mundo.

De Berstein escucharemos la impresionante Obertura de Candide y las populares Danzas sinfónicas de West Side Story, que han sido llevadas otra vez al cine en una espectacular versión. De Gershwin se interpretará Un americano en París, popular también en el cine y en ballet, que cuenta con unas sonoridades nuevas y claras influencias del jazz.

Obras como el Danzón de Márquez, el compositor mexicano actual más conocido, inspirada en la música popular de su país, junto a la obra del argentino Ginastera, Estancia suite, completan una visión amplia de la música del continente americano. Estancia es un ballet que describe la vida de los gauchos de la pampa argentina con unos cuadros orquestales muy coloristas y danzas de gran valor étnico y dramático.