Este fin de semana el original y disruptivo restaurante del barrio de Chueca ha cumplido un año y lo ha celebrado con sus "Happy Cerdi".
Mojitos rosas, chupitos rosas, un pig pong (o más conocido como "beer pong") y un concurso de tartazos de merengue rosa han sido los protagonistas de este primer aniversario.
La Cerda es el lugar políticamente incorrecto que sorprende por su ingenio, personalidad auténtica, su sentido del humor y su cocina de calidad.
La Cerda de Chueca nació en septiembre de 2022 y, durante todo su primer año, su original puerta, su divertido decorado, sus originales platos y su increíble ambiente han sido más que comentados y deseados. Un año después, La Cerda ha agradecido todo este apoyo con una fiesta de cumpleaños que será difícil de olvidar.
Este fin de semana a todos los comensales se les sugirió un dress code muy particular: ir vestidos de rosa. Y, para seguir, a su llegada al restaurante se les obsequió con un tequila también rosa, cómo no podía ser de otra forma.
Durante los "Happy Cerdi", entre los concursos de los que se pudo disfrutar, hubo un pig pong (que es el beer pong pero adaptado a la temática de La Cerda) en una de las zonas del local que hizo que todos los comensales disfrutasen de este divertido juego durante sus cenas. También los clientes participaron en un concurso de preguntas y respuestas en el que quien fallase se llevaba un tartazo de merengue rosa. Una prueba que provocó que nadie saliese indemne del restaurante más original de Chueca.
Pero esto no fue lo único; juegos y actividades entre los clientes, karaokes improvisados de mesa… y lo mejor, en todos los concursos hubo premio para los ganadores. Desde una cena en uno de los restaurantes del Grupo Le Cocó al que pertenece La Cerda hasta consumiciones extras o camisas corporativas del local.
Además, durante las comidas los camareros de La Cerda estrenaron una Polaroid con la que fotografiaron a los comensales y empapelaron todo el local con el recuerdo de estos grandes días de celebración. Y, para terminar, a todo aquel comensal que obsequiase con un cerdito al restaurante se le regaló un cóctel de la casa.
La Cerda, que abrió sus puertas siendo un espacio políticamente incorrecto que sorprendería por su imaginación, su personalidad auténtica y su sentido del humor, un año después demuestra que cumple con todas las expectativas. Un restaurante diferente, singular e ingenioso, donde se puede comer sin restricciones de ningún tipo y donde lo ordinario se hace distinguido, disfrutando de su cocina mediterránea de calidad, con un toque de snack, original y sabrosa.