Hablamos de la excelencia y del cuidado artesanal del ibérico puro.

Un trabajo establecido en kilómetro cero, en su clima autóctono.

El pódcast “El Aperitiveador”, en el que se entrevista a los mejores productores de alimentos de España, se desplaza esta semana a Extremadura, concretamente al municipio de Alburquerque.

Allí, Carlos Herrera, CEO de Herrera Premium Food, visita las instalaciones de MALDONADO y entrevista a su propietario para conocer de primera mano las razones que han convertido a esta marca extremeña en todo un referente a nivel internacional.

En esta entrevista Manuel Maldonado ha dado su opinión sobre el mercado de cerdo ibérico, y ha defendido la pureza autóctona del linaje de sus jamones “Arcano” frente al resto de jamones de mezcla.

También ha puesto sobre relieve el cuidado específico que reciben sus ibéricos.

Diferenciando el valor añadido de la grasa, la bellota, y la escasez de sal.

Un ibérico “mínimamente alterado y mantenido por el hombre" en palabras de Manuel Maldonado.

MALDONADO proviene originariamente de una familia de carniceros en Alburquerque, un pueblo que alberga más de 40.000 hectáreas de dehesa.

Con el tiempo, el negocio se transformó y se especializó en cerdo ibérico de raza pura y de bellota.

Actualmente se trabaja toda la cadena de producción en kilómetro cero en el propio pueblo, desde donde se exporta uno de los productos gourmet extremeños más populares.

Los cerdos se crían en su entorno originario, con un pienso artesanal propio y local, y son sacrificados y secados también en el mismo entorno.

Manuel Maldonado está presente en todo momento, desde que nace el cerdo hasta que se empaqueta el producto, cuidando el más mínimo detalle.

Esto se ve reflejado en su “Proyecto Dehesa”, según ha explicado a Carlos Herrera.

Una ambiciosa iniciativa a través de la cual ha poblado de fauna propia del ecosistema este espacio de pasto.

La dehesa y el conocimiento de la misma es imprescindible en MALDONADO, ya que ésta aporta condiciones alimenticias y calóricas cruciales para el crecimiento del cerdo ibérico puro.

De esta manera se conserva el respeto a la profunda tradición extremeña junto con la innovación en el sector.

Ambas razones son esenciales para producir estos ibéricos de máxima calidad que conquistan los paladares de miles de personas por todo el mundo.