Revisar el vehículo antes de emprender un viaje y ponerlo a punto es importante no sólo en el comienzo de las vacaciones sino también en el regreso. Esta comprobación sirve para que el vehículo esté en perfectas condiciones y, además, para detectar posibles averías, las cuales pueden ocasionar más de un disgusto. De hecho, el 28% de los siniestros de tráfico que se contabilizaron en 2021 implicaban a vehículos con algún defecto mecánico, más de 44 mil, según la Dirección General de Tráfico. Norauto, la cadena de mantenimiento integral del automóvil, ofrece 10 pasos que todo conductor puede seguir para revisar el vehículo antes de iniciar el viaje de regreso. Sin embargo, también se incide en la importancia de acudir a un centro especializado para que este chequeo sea completo.
A la hora de revisar todos los componentes que se detallan y ante la duda de su ubicación, la compañía recomienda siempre consultar el manual del fabricante. Y es que su ubicación, formas y colores pueden variar de unas marcas a otras. En todo caso, acudir a un taller es la mejor solución para que esta revisión se realice con todas las garantías.
1-Verificar el nivel de aceite y rellenarlo en caso de ser necesario. Desde Norauto se recomienda llevar 1 litro de aceite en el maletero para reponer. Para comprobarlo basta con colocar el coche en una zona llana y hacerlo siempre con el motor en frío. A continuación, hay que localizar la varilla de medición. Su tirador suele ser de color llamativo saliendo del bloque del motor para que sea fácil de localizar. Hay que sacar la varilla, volverla a introducir y sacarla nuevamente para ver el nivel correcto. Debe estar entre las dos marcas.
Si hay que rellenarlo, hay que localizar el tapón de llenado de aceite que suele estar en la parte superior del motor y añadir aceite del mismo tipo y viscosidad hasta que el nivel quede entre los valores de referencia.
2-Comprobar el buen estado de los filtros del habitáculo y del aire. Para comprobar el filtro del habitáculo hay que localizar los conductos de ventilación del coche y acceder a él desde la parte interior o trasera de la guantera o desde la zona de los pedales. Hay que comprobar que el filtro del polen está en buen estado. Si tiene un aspecto sucio o grasiento, debe ser sustituido. Hay otras pistas que pueden indicar que no está en buen estado. Por ejemplo, si el flujo de aire ha disminuido, si el sistema tiene menos potencia o si hay malos olores del aire.
En el caso del filtro del aire, hay que levantar el capó. Puede ser rectangular, cilíndrico o cónico y se puede ubicar cerca del radiador o del guardabarros. También puede estar unido al motor por un conducto grande que es el encargado de llevar el aire. Se debe extraer el filtro, el cual suele estar protegido por un plástico negro. Basta echarle un vistazo para comprobar si está muy sucio.
3-Limpiaparabrisas: si se observa que se activan las escobillas y no se expulsa líquido, se debe rellenar. Se recomienda hacerlo también en frío para evitar quemaduras con elementos del motor. El depósito suele estar en un lateral, dentro del capó y suele ser de color blanco. El tapón suele incluir el símbolo de un limpiaparabrisas. Se aconseja usar un embudo para que no se derrame líquido. A continuación, se debe rellenar hasta el límite. Se debe cerrar el tapón y comprobar que funciona correctamente.
No hay que olvidarse del estado de las escobillas, que no deben estar cuarteadas y deben hacer un correcto barrido.
4-Líquido anticongelante: El coche debe estar en llano y con el motor en frío. Hay que abrir el capó y localizar el depósito. Suele ser transparente y tener tapones negros y azules. Ante cualquier duda, hay que consultar el manual del coche. Si el líquido está entre las dos marcas, esto quiere decir que el nivel es el adecuado. Por el contrario, si está por debajo, se debe rellenar. Es importante recordar que nunca se debe superar el nivel máximo. El anticongelante utilizado debe ser el indicado por el fabricante del vehículo. No basta con agua, ya que no posee las propiedades indicadas. Se debe procurar siempre mantener la proporción de anticongelante indicada y lo más recomendable es utilizar el mismo que ya lleva.
5-Líquido de frenos: Hay que abrir el capó siempre con el coche en frío y localizar el depósito del líquido de frenos, que suele estar en el lado del conductor. Posteriormente, hay que comprobar el nivel, que debe estar entre los indicadores mínimos y máximos. Se recomienda revisar también que el color es el indicado: transparente y amarillento. Si es marrón, debe ser sustituido. Se recomienda cambiarlo en un taller.
6-Estado de los neumáticos. Se debe comprobar la profundidad del dibujo. Norauto recuerda que la mínima legal para poder circular es de 1,6 mm. También hay que revisar la presión de las ruedas (se deben seguir las indicaciones del fabricante teniendo en cuenta siempre la carga del vehículo). Igualmente, verificar que no hay abultamientos, cortes, desgastes irregulares o grietas.
No hay que olvidarse de la rueda de repuesto en aquellos casos en los que se disponga de ella.
7-Revisar las luces (posición, cruce, largo alcance, antinieblas, luces de freno e intermitentes). No debe haber ninguna fundida, deben iluminar correctamente y con el nivel adecuado. Según la normativa de la ITV en España, la altura de las luces delanteras debe estar comprendida entre 500 y 1200 mm desde el suelo hasta el centro del faro.
8-La batería debe estar en perfecto estado. Se recomienda llevar pinzas o un cargador. Como se ha indicado, la batería es uno de los elementos que más sufre con el calor y con los estacionamientos prolongados. Se recomienda revisar su buen estado y limpieza de los bornes. Si se observa que el coche no arranca, probablemente se deba a un fallo en la batería. Se recomienda contar con un cargador. Si es una batería con más de cinco años, es recomendable cambiarla. Norauto cuenta con Easy Battery, un servicio de entrega e instalación de batería a domicilio.
9-Documentación. No hay que olvidar llevar el permiso de circulación, tener la ITV en vigor, el permiso de conducir y tener el seguro contratado. La compañía recomienda revisar toda la documentación y llevarla en un lugar accesible.
10-Por último, no hay que olvidarse de los imprescindibles: agua, teléfono cargado, señal V-16 ante posibles averías o accidentes o en su lugar los triángulos de emergencia, un chaleco homologado y elementos de repuesto como bombillas, gafas de ver (si es necesario) o gato hidráulico, entre otros.
Sistema de frenado (pastillas y discos de freno), amortiguadores de suspensión, líquido de dirección… Hay determinados elementos del vehículo que deben ser comprobados por un profesional y que, por lo tanto, se debe acudir a un taller.
"Aunque hay muchos elementos que pueden ser revisados por uno mismo, hay que tener en cuenta que no está de más pasar por un taller como Norauto para que sus profesionales puedan chequear aquellos elementos de seguridad más complicados y que requieren de ciertos conocimientos y experiencia. Gracias a nuestras máquinas de diagnosis y experiencia podemos detectar aquellas averías electrónicas que no son visibles", afirma Víctor Pardo, Market Manager y Proyectos Taller de Norauto, quien apunta a la necesidad de acudir a un taller también si salta un testigo en el vehículo o si se detecta que el vehículo no reacciona como antes.